De frente

Una triste segunda transición

LA prominencia cuasi dictatorial de la molía se está resquebrajando poco a poco a favor del costal. He de confesar que, por procedencia y bagaje, prefiero el saco de doble trama y arpillera ya que, aunque muchos le reprochen su incomodidad al caer el peso sobre un punto en lugar de tres, permite un trabajo más fino y de mayor control sobre la trabajadera. Eso sí, esto no es más que una simple cuestión de matices, de tradiciones y hasta de gustos. Dicho esto, las hermandades jerezanas deberían evitar que una herramienta tan jerezana como la molía pierda terreno a beneficio del costal, que ha irrumpido con fuerza en las nuevas corporaciones donde el peso de la historia es inexistente y se abusa de la necesidad de atraer a costaleros de otros lares para tener una cuadrilla con un número decente. Ya en su momento casi se perdió el estilo tradicional, que al menos aún conservan El Cristo y El Nazareno, para hacer una primera transición hacia otro que acabó convirtiéndose en otro santo y seña de Jerez. La lástima es que ya muchos promuevan una segunda hacia el costal, que acabará degenerando en una triste equiparación con otras ciudades. La Semana Santa de Jerez destaca por su patrimonio y singularidad y la molía, gust 

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