Sevilla FC: planificación y entrenador

Machín: la idea sobre el sistema

  • El soriano afrontará en el Sevilla su primer gran reto después de su rápido ascenso en el Girona, que ya le busca sustituto

  • Su dibujo de 3-5-2, moldeable a su nueva plantilla

Pablo Machín, durante el partido que jugó con el Girona en Nervión.

Pablo Machín, durante el partido que jugó con el Girona en Nervión. / julio muñoz / efe

Pablo Machín (Soria, 07-04-1975) ya es el entrenador del Sevilla. Este lunes ha terminado de solventar su salida del Girona, apoyado en el acuerdo al que ha llegado con el Sevilla para ser el nuevo entrenador nervionense las dos próximas temporadas. Las partes lo dejaron acordado todo entre el viernes y el sábado, con Caparrós al mando de las conversaciones. Y en la jornada del lunes hubo fumata blanca...

De este modo, el técnico soriano afrontará su primer gran reto en el fútbol profesional a sus 43 años. Y lo hará con un ideario al que ha sido fiel desde que fuera ayudante de Juan Carlos Unzué, el equipo en el que, con apenas 23 años y tras tener de entrenador a Miguel Ángel Lotina, tuvo que colgar las botas de forma prematura. Allí le entró el prurito de gestionar grupos humanos, para lo que está ayudado por su vocación docente. Alguna vez ha dicho que si tiene que dejar el fútbol será profesor de Educación Física.

La inteligencia, más que la valentía, es una de sus premisas: proponer juego y no especular

Inicios como técnico

El Girona lo fichó en marzo de 2014 cuando el equipo se hundía poco a poco hacia Segunda B. Lo reflotó imponiendo poco a poco su idea y lo colocó en la élite. En su debut en Primera División terminó décimo, con el decimoctavo presupuesto, gracias a sus 51 puntos, siete menos que el Sevilla. Se desinfló al final en la lucha por Europa y engordó la cuenta de goles encajados. Al final terminó la Liga con 14 triunfos, 9 empates y 15 derrotas. Pero lo que sorprendió fue su puesta en escena en la Liga, con partidos sorprendentes en grandes escenarios por su valentía.

Recientemente, en una entrevista a la revista The Tactical Room, repasaba su ideario futbolístico. "La idea es más importante que el sistema", decía, pese a su proverbial 3-5-2. Sobre esa premisa, Pablo Machín dejó frases para enmarcar que esbozan su idea del fútbol. Verbigracia, "jugar bien es jugar a lo que tú quieres: tu idea de juego, tu propuesta". Y llevar esa propuesta, con inteligencia, más que con valentía. Relata el soriano cómo bromeaba con Unzué cuando era su segundo en Los Pajaritos: "Yo aportaba el fútbol de verdad, él venía del Barça de Guardiola, de la ciencia ficción. Nuestro fútbol, el modesto, no es así. Puedes asimilar conceptos, pero si intentas que futbolistas que no han jugado desde atrás lo hagan desde el principio, vas al fracaso. Tienes que introducir matices, suavemente, y arriesgar a medida que te sostienen los resultados y aumenta la confianza". Así es como hizo crecer al Girona. "El ADN del Girona me ha costado mucho tiempo inculcarlo. Así que no voy a renegar a ello".

Inteligencia y valentía

"Ser siempre valiente puede ser, quizás, algo suicida, temerario. Lo que tienes que ser es inteligente". Ésta es otra de sus premisas expresadas en The Tactical Room. A saber y según sus propias palabras, la inteligencia consiste en saber adaptarte a las virtudes de tu equipo, al contexto de cada partido, pero sin renunciar a una idea: ser el que propone el juego. "También digo que de valientes está el cementerio lleno (...). En España hay algunos entrenadores en los que priman su imagen o idea personal y que sea innegociable. Lo que tienes que ser es inteligente, saber que si no eres valiente es más difícil conseguir los logros que te marques. Pero también tienes que ser equilibrado y saber cuándo un equipo tiene que hacer una determinada cosa y cuándo tiene que hacer otra. Eso es el culmen de un entrenador. Llevar su sello al equipo". Eso es lo que busca y por eso pidió dos años al Sevilla.

Esquema táctico e idea

Machín niega que su sistema sea fijo. "Se le da mucha importancia al sistema, a los números, cuando lo más importante es la idea que transmites para llevar a cabo ese sistema. Muchas veces esa idea se ve no sólo en el cómo juegas sino con qué tipo de jugadores lo haces. Nosotros, si jugáramos con carrileros que habitualmente fueran laterales estaríamos más minutos defendiendo que atacando, pues nuestra línea defensiva sería de cinco y no de tres". La materia prima cuenta.

En el Sevilla, por ejemplo, a priori hay jugadores que podrían adaptarse a ese sistema de tres centrales con carrileros ofensivos, por las características de algunos de sus centrales (Mercado, Pareja, Lenglet) y de sus futbolistas de banda (Jesús Navas, Corchia, Arana, Escudero...). "La disposición del equipo es más un 1-3-5-2 ó, actualmente, un 1-3-6-1 ó un 1-3-4-3", explica Machín. De esa forma "evitas riesgos defensivos y al mismo tiempo tienes la opción de jugar en corto o sorprender en largo porque tú eres consciente de que uno de tus jugadores siempre va a estar en la banda, con lo que el juego puede ser muy variado".

Dos delanteros

En el caso del Sevilla, debe buscar un delantero distinto, fuerte, rematador, para acompañarlo con otro de la plantilla (Ben Yedder, Muriel, Sandro...). "La evolución táctica es consecuencia de las plantillas que hemos ido disponiendo cada campaña, de las características de los jugadores", matiza. Con el 3-5-2 "puedes aprovechar toda la anchura del campo y tener espacios interiores intermedios por los que sorprender. A partir de ahí, si juegas con dos delanteros siempre tienes a la defensa rival preocupada de esos dos (...) y como tenemos a los dos jugadores específicos de banda que deben surtir de balones a esos dos delanteros, es muy importante que como mínimo esos dos jugadores estén en el área, a los que sumamos la llegada a la zona de rechace de los centrocampistas para ganar la segunda jugada y evitar los contragolpes". Todo en pro de la idea, siempre la idea.

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