El Sevilla, casi al mismo tiempo que el Tigres, ha hecho oficial el traspaso de Pizarro. El club acaba de anunciar a través de su web oficial el "principio de acuerdo" del pase de la ficha del jugador argentino, tal y como avanzó en la mañana de este miércoles este diario, a expensas de que, ya en Monterrey, pase el reconocimiento médico y firme su contrato. Es decir, que una vez dado el intercambio de los documentos mercantiles para el pase de su ficha federativa, el argentino regresa al club del que llegó a Nervión hace un año. "Si todo marcha conforme lo previsto, Guido Pizarro será jugador del Tigres a partir del próximo 1 de julio", reza el comunicado oficial.

Pizarro, que según desvela el Sevilla fue padre este miércoles de un hijo sevillano, se va con la gratitud del club, que "quiere agradecer su dedicación y buen hacer a lo largo de la temporada 17-18". La nota resalta en este sentido "sobresalió siempre por su compromiso y profesionalidad" cuando le tocó estar sobre el campo.

Sevilla y Tigres llevaban inmersos en la operación desde la semana pasada y al acuerdo se llegó a primera hora de la madrugada del miércoles, después de que el club nervionense aceptase el pago en tres plazos, por una cantidad de 8,4 millones de euros. Ya en enero pasado ambos clubes estuvieron negociando esta posibilidad, pero no hubo acuerdo finalmente por discrepancias en las condiciones del pago. Miguel Ángel Garza, nuevo presidente del club regiomontano desde mediados de mayo, retomó la promesa que hizo de repatriar a Pizarro, un ídolo entre la hinchada felina, tras relevar en el cargo a Alejandro Rodríguez.

Pizarro llegó al Sevilla el verano pasado por petición expresa de Eduardo Berizzo y ha jugado en la concluida temporada 40 partidos oficiales, marcando dos goles, uno trascendental en el grupo de la Liga de Campeones al Liverpool (3-3), y otro en el Camp Nou (2-1). Su pase costó 8,7 millones, con lo que se puede dar por amortizado su fichaje un año después.