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Un dulce reencuentro

  • El Sevilla regresa a su competición preferida con las ilusiones intactas y sin confianzas ante un rival a priori inferior. El tetracampeón inicia su defensa del título con otra final ya en el bolsillo.

De los reencuentros se dice que son dulces, bonitos, agradables... cuando ha habido un pasado que dejó huella. El Sevilla se reencuentra hoy con la competición que más gloria le ha dado en la última década, con el torneo que ha conquistado más que ningún club en Europa, del que defiende el título y que ha conquistado en las dos últimas ediciones. El Sevilla puede decirse que es el dominador absoluto de la UEFA Europa League, un tetracampeón siempre temido y respetado cuando pasa el medianil de febrero que en esta temporada lo es mucho más viniendo de la mismísima Champions League.

La UEFA vuelve al Sánchez-Pizjuán, citando de esta guisa no al órgano que rige el fútbol europeo sino como coloquialmente se sigue conociendo a una competición que tiene en la historia del Sevilla sus particulares cuatro puntos cardinales: Eindhoven, Glasgow, Turín y Varsovia.

La próxima meta es Basilea, pero para ello aún queda un camino que los de Emery, con otra final ya bajo el brazo, la de la Copa, inician esta fría noche de febrero ante un rival con no mucho nombre y con el que alguno que se la ha querido dar de gracioso o de enterado comparándolo con un equipo de la Segunda División española, para más señas de la mitad de la tabla hacia abajo. En el fútbol actual, mucho menos en la élite europea, menospreciar a un enemigo de esa manera se puede pagar muy caro.

El equipo noruego con el que a partir de hoy se va a jugar el pase a los octavos de final el conjunto nervionense, por poner un simple ejemplo, venció a domicilio y con claridad (1-3) al Fenerbahçe en la fase de grupos, por citar sólo a un equipo, el turco, que eliminó precisamente al Sevilla en unos octavos de final de la Champions. El Molde llegó como cenicienta de un grupo en el que estaban el equipo otomano, el Ajax y el Celtic escocés y acabó por encima de todos, aparte de haber dejado en la cuneta previamente en el play off al Standard de Lieja, otro rival que una vez se le atragantó, y bien, al Sevilla de Jiménez en Bélgica.

Evidentemente, no hay que negar que el Sevilla es el favorito en la eliminatoria y que no pasarla sería un fracaso y una sorpresa mayúscula, pero también está clarísimo que el partido hay que jugarlo y que el Molde no lo pondrá fácil. Está además el doble filo de que llega en plena pretemporada, pues si tiene menos fondo quizá por contra pueda llegar con más chispa y frescura. Por lo menos, hoy va a intentar ser un visitante incómodo. Los noruegos, para empezar, aparte de dos triunfos y un empate, han celebrado nada menos que seis goles en sus tres salidas a Estambul, Ámsterdam y Glasgow, lo que arroja una media de dos goles por partido. Y eso, recibir dos goles en casa en una eliminatoria, sería muy, muy peligroso para el Sevilla. Hay que confiar, por supuesto, en la fiabilidad de un equipo que atraviesa por una racha espectacular de resultados, particularmente ante su público, donde va hoy a por su decimotercera victioria consecutiva. El funcionamiento de la maquinaria casi roza la perfección y pocos son los que atisban un tropiezo precisamente hoy, cuando empieza lo más bonito para el grupo que dirige el entrenador de Fuenterrabía. Pero los profesionales están en la obligación de dejar los cabos lo mejor atados posible y en el vestuario sevillista se toma el choque con rigor y seriedad.

Como siempre ocurre, el personal intuye o -mejor dicho- espera concesiones en la alineación y Emery regala muy pocas. Sí habrá algún cambio, pero siempre con una base lógica y con novedades muy contadas. El sevillismo se pregunta qué pasa con Fernando Llorente y si acaso hoy tendrá ocasión de verlo en acción, algo que sólo está en la cabeza del técnico, aunque es probable que ante los noruegos el riojano sí tenga la oportunidad de reivindicarse, más que nada para dejar respirar a Gameiro y -también- porque el hecho de que esté el Sevilla aquí hay que agradecérselo al ex internacional y delantero del Athletic, pues un gol y un partidazo suyos ante la Juventus permiten hoy al club contar con un pellizquito más en el presupuesto y a la afición disfrutar con una ilusión más, la de volver a hacer historia en Europa.

El camino empieza hoy y el trazado se irá empinando más adelante, pero los pasos tienen que ser firmes. El campeón ha vuelto y es superior al Molde, pero eso hay que demostrarlo. También en teoría lo era la Juventus al equipo sevillista y es el único que ha sido capaz de derrotarlo en los últimos cinco meses. Llega el momento de las eliminatorias y aquí tomar mal una curva es un peligro que se paga caro. La ventaja es que el piloto tiene experiencia y sabe lo que tiene entre manos. El campeón ha vuelto. Empieza el baile.

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