El otro partido . Barcelona-Sevilla

Un ensayo muy esperanzador

  • El Sevilla tutea al Barcelona en su mejor partido fuera de casa, aunque no logra torcer su sino. Bonito test para la próxima cita: Madrid, 22 de mayo...

El Sevilla concluye la jornada vigésima sexta como único equipo de Primera División que aún no ha ganado fuera de casa. Es un dato objetivo irrefutable, pero viendo el partido que realizó anoche en el Camp Nou cuesta trabajo creerlo. Los que no hayan seguido la trayectoria del Sevilla y se sentaran delante del televisor para seguir su partido ante el Barcelona no podrían convencerse de tal realidad. Porque el equipo de Unai Emery realizó un señor partido en el Camp Nou, para acabar perdiendo como casi siempre, pero llenando de resignado orgullo a sus seguidores.

Hasta el minuto 92 -ni un instante más dejó Jaime Latre- el Sevilla levantó de sus asientos a los aficionados sevillistas, que vibraron con esos tres saques de esquina seguidos y ese intento frustrado de centro de Konoplyanka que podría haber supuesto el último balón a la olla, la última ocasión de herir al coloso azulgrana. Sólo en algunas fases, al final de la primera parte y al principio de la segunda, el Sevilla decayó en su buen tono general. Muy poco tiempo estuvo al pairo de esa posesión casi hipnótica del balón con la que el Barcelona marea y acocota a sus rivales. El Sevilla se rebeló de inicio, se rebeló marcando primero y sacando los primeros córners. Se rebeló incluso después de encajar el empate con una falta, otra más, de Messi. Y se siguió rebelando después de sacudirse ese dominio inicial del segundo periodo y de sufrir la remontada tras un córner en contra y una rapidísima combinación entre Luis Suárez, Messi y Piqué. Su bella rebeldía, su hermoso tuteo al coloso azulgrana, mereció algo más, un empate que hubiese colmado el orgullo de los más exigentes... ¡Ay, ese mano a mano con zurdazo de Gameiro al cuerpo de Claudio Bravo!

No fue casualidad el completo partido del Sevilla en el Camp Nou. En la segunda vuelta, el conjunto que adiestra Emery ha ganado muchísimos enteros a domicilio. Salió vivo del Calderón y de Balaídos con uno hombre menos y mereció ganar en Vallecas, donde desperdició multitud de ocasiones y pagó muy caros dos errores aislados atrás. Allí, y no en Barcelona, tiró la opción de pugnar con el Villarreal por la cuarta plaza. Aún le quedan seis salidas -Getafe, Madrid, Valencia, Sporting, Espanyol y Athletic- para intentar recortar esa distancia de 11 puntos. Demasiada para la solidez del Villarreal quizá. O no, porque si el Sevilla vuelve a mostrarse tan sólido defensivamente y tan atrevido ofensivamente como en el Camp Nou, todo se puede esperar de este grupo que afronta tantos retos.

La Liga Europa es uno de ellos y viendo las prestaciones a más de este Sevilla todo se puede esperar de él, aunque cada vez sea más difícil repartir esfuerzos para su técnico. Y no se debe obviar que la final de la Copa del Rey seguirá siendo en cualquier caso una hermosa guinda para la temporada.

Luis Enrique ya sabe cómo se las puede gastar este Sevilla, "el mejor rival que ha pasado por el Camp Nou esta temporada". Emery se citó con él el 22 de mayo, en el Calderón, para intentar hacer bueno un curso capicúa que empezó con aquella espectacular Supercopa de Europa en Tiflis. De momento, gana el Barça por dos sets a uno. Pero el Sevilla demostró anoche, en el ensayo general de la final, que hay partido... y emoción.

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