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De todo menos de fútbol, una lástima

  • El Sevilla lucha por firmar la mejor temporada de su historia respirando un aire viciado por el momento y las formas en que su técnico decide su futuro.

Da pena. Ésa es la verdad, pero los protagonistas cada cual con su cuota de responsabilidad han llevado al Sevilla a esta situación un tanto surrealista. Con el equipo luchando por firmar una de las mejores temporadas de su historia, en inmejorables condiciones para amarrar su clasificación para la próxima edición de la Champions League a través de la cuarta plaza y pudiendo pelear por la tercera, da verdadera pena que pasen los días y no se hable absolutamente nada de fútbol.

Si en circunstancias normales, esos que siempre huyen del fútbol porque ni saben ni lo entienden y que se refugian en el morbo y en la polémica hubieran sacado punta a un enfrentamiento entre Valencia y Sevilla, resulta curioso que el partido esté aquí y nadie haya recordado la rivalidad levantada y las diferencias desatadas entre ambos clubes, ambas aficiones, ambos entornos... desde aquel cabezazo de Mbia en Mestalla que valió una final europea.

Ni eso siquiera. Así que, por descontado, de fútbol... absolutamente nada. La Semana Santa pasó entre fotitos de buen rollo en los balcones, comunicados de ida y vuelta, cables y teletipos desde Argentina y protagonistas en Sevilla echando balones fuera. Una verdadera lástima porque el Sevilla, el Sevilla como institución, se juega muchísimo en estos siete partidos de Liga y la consecuencia puede ser que una derrota esta tarde o una imagen parecida a la de otras tardes como en el Vicente Calderón, por poner un ejemplo cercano y similar, convierta lo que resta de temporada en un tiempo viciado con un aire irrespirable.

Sampaoli, riñéndole encima al club por el comunicado de aviso a la AFA y a él mismo, dijo en su rueda de prensa del pasado viernes lo que le han dicho que diga. Lo que le ha dicho su abogado y lo que le ha dicho (muy clarito y mirándolo a los ojos) el presidente del Sevilla y otros miembros del consejo ejecutivo. ¿De fútbol? ¿Y eso qué es?, diría alguno. Casi ni una palabra.

Fuente: Elaboración propia/Gráfico: Dpto. de Infografía Fuente: Elaboración propia/Gráfico: Dpto. de Infografía

Fuente: Elaboración propia/Gráfico: Dpto. de Infografía

Y el Valencia, ese rival que es el enemigo natural de este club por presupuesto y ambiciones en un país en el que (quiera Sampaoli o no) Real Madrid y Barcelona juegan otra Liga y el Atlético está entre ambas, se ha quedado atrás en la lucha por tomar posiciones en esa batalla junto al Sevilla, al Villarreal, al Athletic y al que cada temporada surge como revelación. Por eso, el valor de este encuentro del que no se ha hablado nada es mucho y muy importante.

Menos mal que la victoria la pasada semana ante el Deportivo le ha servido al entrenador argentino como credencial de paso, porque lo contrario hubiera acabado en avalancha, por utilizar un símil cercano a la Semana Santa recién concluida con sus bullas y estampidas de histeria colectiva. Pero igual que el 4-2 al equipo de Pepe Mel calmó los ánimos, la mecha sigue estando cerca de la fuente de calor y Mestalla, con un equipo además que está en racha, no es un escenario cómodo para los nervionenses sino todo lo contrario, pues lo que van a encontrar hoy los profesionales sevillistas es un ambiente de hostilidad preparado para hacer manar la sangre de cualquier herida que muestre su rival por muy pequeña que sea.

Y las cosas no están muy sobradas en lo futbolístico por mucho que la mala racha de resultados se haya acabado. La vuelta de Vitolo será un bastión importante para los de Sampaoli por la profundidad que da el canario a sus conducciones, pero quedan por resolver varias dudas en el funcionamiento de un equipo que debe adaptarse a los cambios. Las bajas de Rami y Nasri no son nuevas, pero mantienen con vida ciertas incógnitas. En el caso de la defensa nadie podrá negar que hay fisuras por las que, sin ir más lejos, hace una semana Kakuta hizo bastante daño, mientras que en el asunto del organizador hay que ver si, como sucedió ante el Dépor, el Sevilla se mueve mucho mejor y con más velocidad con N'Zonzi asumiendo esas funciones que, a su vez, desguarecen algo el sistema defensivo.

De todo eso, de Jovetic, del regreso de Franco Vázquez al equipo y, con él, de los triunfos... es de lo que se tenía que haber hablado en una semana con la que el Sevilla abre una recta final con mucho en juego en lo económico y en lo deportivo. La sociedad no puede dar la imagen que ha dado, prácticamente como si fuese una marioneta de los dirigentes de la AFA y la prensa argentina. Si Sampaoli, que claramente ha dado a entender que el proyecto le importa bastante poco una vez que ha perdido la bala de la Champions y el rebufo de "los inalcanzables" -como él los llama- en la Liga, metámosnos todos en el saco, puesto que nos hemos sentido más a gusto traspapelando y rebuscando en temas bien alejados del balón: cada detalle del circo montado alrededor de Sampaoli, candidatos más o menos idóneos para un relevo, perfiles para sustituir a Monchi, la vuelta de Jesús Navas... Lo dicho, de todo, menos de fútbol.

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