La crónica · Barcelona-Sevilla.

¡Y sigue sin ganar fuera de casa! (2-1)

  • El Sevilla realiza un excelente partido en su visita al Barcelona, pero sólo le sirve en el plano moral, es decir, lo que no vale para nada en el fútbol. El gol de Vitolo fue remontado por dos acciones de Messi y Piqué.

Esfuerzo baldío del Sevilla en su asalto al comúnmente considerado como el mejor equipo del mundo. Si el fútbol fueran sólo números no cabría otra interpretación del partido desarrollado por los hombres de Unai Emery frente al coloso Barcelona de Messi, Neymar y Luis Suárez, entre otros, pero el análisis no puede quedarse exclusivamente en eso cuando se parte con la asunción de las distancias siderales entre unos y otros. El Sevilla jugó un excelente fútbol contra su rival en la próxima final de la Copa del Rey por mucho que todo eso no le diera ni siquiera para arrancar un empate.

Es así, los datos objetivos indican que se consuma una jornada más de esta Liga 2015-16 y que el Sevilla sigue sin ganar fuera de casa. Es más, ahora ya está a 11 puntos, más de dos dígitos, en la clasificación del objetivo ambicioso que se habían marcado los blancos en esta última fase del campeonato e incluso fue superado en la tabla por el Celta. Hasta ahí lo que no se puede discutir de ninguna de las maneras, pues es irrebatible con ninguna argumentación, pero el análisis de lo acaecido ayer en el Camp Nou da mucho más de sí.

Para empezar, el Sevilla habrá sido uno de los pocos equipos, el Atlético de Madrid tal vez fuera el otro, que se marchara con la cabeza alta por el orgullo de haber estado apretando al coloso hasta el último minuto en pos de igualar las cosas. No en vano, Konoplyanka tuvo un par de acciones a balón parado durante los escasos dos minutos de prolongación que Jaime Latre le otorgó al juego. Los centros del ucraniano, siempre tensos y fuertes, no hallaron ningún rematador y por ahí se frustró la última oportunidad para que los visitantes hubieran hecho bueno el equilibrio mostrado en muchas fases con el juego desarrollado ante varios de los mejores futbolistas del mundo.

Y fue la última sencillamente porque el Sevilla gozó de varias de ellas para haber devuelto las tablas al marcador. Particularmente llamativa fue la que tuvo Gameiro muy poco después de que Piqué hubiera subido el gol que sería definitivo con el transcurrir de los minutos. Que si el balón del francés hubiera entrado, como habría sido lo más lógico tras plantarse en solitario delante de Claudio Bravo, el Barcelona hubiera tenido tiempo de sobras para anotar algún tanto más, pues sí, es posible que fuera así, pero qué más da si el delantero galo le estrelló el balón en el cuerpo al portero chileno... No fue la única, también Iborra tendría otra clarísima e incluso un par de intentos de N'Zonzi y Krohn-Dehli pudieron tener alguna trascendencia superior.

Pero sería injusto quedarse sólo con eso, también el Barcelona gozó de numerosas llegadas delante de Sergio Rico en ese tramo del encuentro. Como tampoco entraría dentro de los parámetros de la equidad cargarle al joven guardameta sevillista con la responsabilidad del resultado final por cometer la osadía de no hacerle un paradón estratosférico a Messi en el lanzamiento de una falta al borde del área. Claro que pudo hacer algo más, si el argentino le hubiera dicho por dónde la iba a tirar hasta la hubiera repelido, pero cuando menos era complicado llegar a esa pelota tras superar a la barrera y después detuvo un montón de ellas.

Son las cosas de afrontar de tú a tú un duelo contra los extraterrestres, de ir con la cabeza muy alta al Camp Nou cuando muchos de los tuyos te piden que ahí deben acudir los suplentes y no a Vallecas o no sé qué. Emery, afortunadamente para el Sevilla, se aísla en la toma de decisiones y trata de ir moviendo a la plantilla para conseguir cada objetivo en el momento en el que se le presentan a él y a los suyos. Eso es así y respecto al once que partió contra el Molde, eran Sergio Rico, Coke, Rami, Tremoulinas, N'Zonzi, Cristóforo, Vitolo, Krohn-Dehli y Gameiro, nueve en total pues sólo repetían Kolodziejczak e Iborra, quienes entraban. La frescura en las piernas estaba garantizada y bien que se notó con el paso de los minutos.

A partir de esos elementos, el planteamiento del Sevilla fue osado. Nada de acularse delante de Sergio Rico, presión adelantada cuando era posible y basculación cuando el Barcelona monopolizaba el balón. Sólo Cristóforo, algo también Coke, se saltaban ese guión muchas veces y entraban al engaño para desproteger sus zonas. El Sevilla mostró los dientes en ese arranque y Kolodziejczak pudo ponerlo por delante en un remate de una acción a balón parado. Lo que sí era evidente era que el miedo no estaba esta vez en el decálogo de intenciones, ni siquiera cuando Messi y Luis Suárez estrellaron dos balones consecutivos en la madera de Sergio Rico.

Se libró el Sevilla ahí y hasta logró ponerse por delante en una excelente jugada colectiva rematada por Vitolo. Más de una hora por delante, demasiado tiempo, pero el Sevilla fue capaz de defender mejor que antes del gol inicial y el Barcelona se sintió muy incómodo. No hallaba las vías para progresar, pero una falta inexistente de Rami en el borde del área puso el conejo en la chistera de Messi. Ni que decir tiene que el argentino lo sacó con su maestría y el Sevilla sí sufrió hasta el intermedio.

Como también lo hizo tras la reanudación, cuando cometió uno de sus escasos despistes atrás y permitió el segundo de Piqué. El Barcelona le había dado la vuelta a la cosa y amenazaba con más, pero los blancos supieron mantener el pulso en alto hasta el final, tanto que debieron empatar a través de Gameiro o en cualquier acción en el acoso final. Pero no fue así y el fútbol sólo entiende de eso para quienes apostamos por el resultadismo. El Sevilla más piropeado, el que Luis Enrique calificó posteriormente como el mejor rival que pisó este curso el Camp Nou, sigue sin ganar fuera de casa y está a 11 puntos del Villarreal. Datos objetivos por muchos méritos que tuvieran ayer los hombres de Emery, que fueron bastantes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios