La Guardia Costera italiana rescató ayer a 54 inmigrantes y recuperó un cadáver tras un naufragio frente a las costas de la isla de Lampedusa, y busca, con el apoyo de la OTAN y otras fuerzas de seguridad, a otro centenar de personas que, según los supervivientes, también viajaban en la embarcación.

Uno de los indocumentados que iban a bordo de la barcaza lanzó la alarma con una llamada a la Capitanía del puerto de la isla, activando los servicios de rescate, según los medios italianos.

Hasta el momento, se rescataron a 54 indocumentados, explicó el portavoz de la Guardia Costera Filippo Marini al canal de televisión por cable SkyTg24, al tiempo que precisó que se trata de unos tunecinos.

Los supervivientes señalaron que en la embarcación viajaban un centenar de personas e incluso algunos de ellos apuntaron a unos 150 indocumentados a bordo, según los medios.

Aún no fue posible encontrar la embarcación y las autoridades barajan varias hipótesis sobre lo sucedido, entre ellas el naufragio o que los indocumentados fueran abandonados cerca de la pequeña isla de Lampione, perteneciente al archipiélago de las islas Pelagias, del que también forma parte Lampedusa.

En las operaciones de rescate trabajan varias lanchas de la Guardia de Finanzas (Policía fiscal y de fronteras), varios medios aéreos y tres unidades militares de la OTAN.

Esta búsqueda "continuará mientras haya esperanza de encontrar supervivientes", precisó el comandante Marini.

Un teléfono satelital de uno de los náufragos dio la alerta el pasado jueves por la noche.

Curiosamente, los equipos de rescate no encontraron los restos de la embarcación. O bien el barco se hundió muy rápidamente, o bien volvió a Túnez con los barqueros a bordo.

La Fiscalía de Agrigento (Sicilia) abrió una investigación por "homicidio e incitación a la inmigración clandestina" y trata de saber si los barqueros se encuentran entre los rescatados.

Según Laura Boldrini, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados en Italia, "la idea del barquero está obsoleta". "Hoy los migrantes conducen el barco relevándose. Se trata a menudo de personas sin ningún conocimiento marítimo", declaró.

Esta isla, de 20 kilómetros cuadrados y situada a menos de 100 kilómetros de las costas del norte de África, es la principal puerta de entrada en la Unión Europea para los inmigrantes procedentes de los países como Túnez, Libia o Egipto, por lo que la hace una zona propicia para que se produzcan este tipo de sucesos.

De hecho, el año pasado, tras las revoluciones de la Primavera Árabe, registró una situación de emergencia debido al enorme flujo migratorio en el lugar.