Sociedad

Cae una red que explotaba a nigerianas y las controlaba mediante vudú

  • Han sido detenidas seis personas, entre ellas una mujer que era la cabecilla, de esta organización que actuaba principalmente en Málaga y Barcelona.

La Policía ha detenido a seis personas de una organización, liderada por una mujer, que se dedicaba a captar a mujeres nigerianas en situaciones desesperadas (viudas o con muchas cargas familiares), a las que obligaba a prostituirse en Barcelona y Málaga y que controlaba mediante amenazas y ritos vudú. Según informa este cuerpo de seguridad en un comunicado, a las mujeres se las captaba en Nigeria y se las trasladaba en un viaje por tierra de cuatro o cinco meses hasta Marruecos, para luego embarcarlas en pateras hasta España con la promesa de que ganarían grandes cantidades de dinero ejerciendo la prostitución, a lo que se dedicaban luego bajo amenazas.

La Policía, que da por desarticulado el grupo, explica que las investigaciones comenzaron a raíz de una denuncia presentada ante la Policía de Nantes (Francia) por una ciudadana nigeriana que manifestó estar siendo explotada por una compatriota suya, que la obligaba a ejercer la prostitución en la calle y que, según la denunciante, residía en España.

Tras meses de investigaciones, los agentes españoles, en colaboración con las autoridades francesas, lograron llegar hasta una organización delictiva, compuesta por ciudadanos de nacionalidad nigeriana y dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

Además descubrieron que a la cabeza de dicha organización se encontraba una mujer nigeriana asentada en localidades próximas a Barcelona, desde donde dirigía toda la actividad.

Las labores de captación las realizaba otra mujer, amiga de la cabecilla, que recorría las zonas más deprimidas de Benin City (Nigeria) y, a través de sus contactos, se informaba de cuáles eran las chicas con una situación personal desesperada, con el fin de acercarse a ellas. Así, por ejemplo, seleccionaba mujeres con padres o esposos fallecidos y con importantes cargas familiares a sus espaldas.

Una vez elegidas las víctimas, les ofrecía venir a Europa para trabajar en la prostitución, prometiéndolas que ganarían grandes cantidades de dinero. Personas de confianza de la máxima responsable, casi siempre familiares, eran los encargados de trasladar a las chicas hasta España, proceso que podía durar hasta cuatro o cinco meses por vía terrestre y luego en pateras cruzando el estrecho de Gibraltar.

La responsable de la organización, explica la Policía, se ocupaba de todos los gastos generados por el viaje. Una vez en España, la mayor parte de las mujeres eran destinadas a la zona de Cataluña, aunque también se ha detectado la presencia de algunos miembros de la misma controlando a otras mujeres que se prostituían en las calles de Málaga.

Respecto a las que llegaban a Cataluña, la cabecilla se encargaba de distribuir a las mujeres por los distintos lugares donde debían ejercer la prostitución, imponiéndoles las tarifas que tenían que exigir a los clientes por sus servicios, cómo debían comportarse, así como las estrategias que debían emplear para acercarse a ellos. El control que ejercía sobre las mujeres era "total" y usaba tanto las amenazas verbales, como la violencia física o diversas ceremonias de vudú con las que las aterrorizaba, sostiene la Policía.

En ocasiones, llegó incluso a producirles graves lesiones mediante mordiscos o causándoles con una plancha quemaduras de segundo grado. Los agentes han concluido la investigación con la detención de seis personas de nacionalidad nigeriana, entre ellas la principal responsable de la organización, y se han realizado cinco registros domiciliarios, dos de ellos en España y otros tres en Francia

La Policía Nacional informa de que tiene a disposición de las víctimas el teléfono 900105090 y el correo trata@policia.es, dos medios confidenciales atendidos las 24 horas por agentes especializados.

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