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La Fiscalía acusa de abusos a seis jóvenes por violar por turnos a una menor ebria

  • El suceso ocurrió en un botellón en una fábrica abandonada en Manresa en octubre de 2016

  • La acusación particular califica el ataque de agresión sexual y pide hasta 20 años de cárcel

La Fiscalía acusa de un delito de abusos sexuales, por el que pide penas de entre diez y doce años de cárcel, a seis jóvenes acusados de haber violado, por turnos, a una chica de 14 años que estaba ebria, en un botellón en una fábrica abandonada de los alrededores de Manresa (Barcelona), en octubre de 2016.

En la sección 22 de la Audiencia de Barcelona se inició el juicio contra los seis jóvenes -y un séptimo acusado de masturbarse mientras presenciaba la violación, sin impedirla-, de los que sólo uno ha permanecido dos años en prisión preventiva por estos hechos.

En su escrito de conclusiones provisionales, la Fiscalía imputa un delito de abuso sexual continuado contra menor a los seis procesados, por el que les pide entre diez y doce años de cárcel, las máximas de ese tipo penal previsto para castigar los ataques en que no concurre violencia ni intimidación, sino que la voluntad de la víctima está anulada por el consumo de alcohol o drogas.

Por el contrario, la acusación particular ejercida por la víctima califica el ataque de agresión sexual, al entender que la menor fue intimidada y sometida mediante violencia, con lo que eleva la petición de pena a entre 15 y 20 años de prisión.

La declaración de la víctima del ataque sexual múltiple, prevista para hoy, resultará clave para que la Fiscalía y la acusación particular definan en sus respectivos escritos de conclusiones definitivas si califican los hechos de agresión o de abuso.

En la sesión de ayer, los acusados negaron que ni ellos ni el resto de procesados -que no en todos los casos se conocían entre sí, según su versión- mantuvieran relaciones sexuales con la denunciante, que relató haber sido atacada por turnos en una caseta abandonada situada junto a la fábrica en la que pasaban la noche de botellón. En su relato ante el tribunal, los presuntos violadores esgrimieron distintas versiones exculpatorias, desde negar que mantuvieran contacto alguno con la menor hasta incriminar a dos asistentes al botellón que no están encausados o señalar que la chica estaba borracha y se jactaba de querer "tirarse a todo el mundo".

Las pruebas biológicas practicadas a la menor sólo hallaron restos de ADN de uno de los procesados, Daniel David R., quien dijo que no se explica cómo se pudieron encontrar esos fluidos en la ropa de la víctima cuando en ningún momento intimó con ella y denunció como una "injusticia" los dos años que ha pasado en prisión preventiva por este caso.

Según mantiene la Fiscalía en sus conclusiones provisionales, los siete acusados acudieron a una fiesta en una fábrica abandonada a la que asistían en su mayoría menores de edad, entre ellas la víctima y una amiga. Aprovechando que se encontraba de forma "evidente" bajo los efectos del alcohol y las drogas, añade la Fiscalía, el acusado Bryan Andrés M. se llevó a la menor a una caseta abandonada y la violó, tras lo que regresó al lugar donde estaban sus amigos y les instó a agredir a la chica.

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