El mercado de las drogas se encuentra "completamente inundado" y su producción, tráfico y consumo vive un momento álgido, según se apuntó ayer en la I Conferencia Mundial de Interpol sobre el tráfico ilegal de estupefacientes, que consumen de forma habitual casi treinta millones de personas, el 0,6% de la población mundial.

Representantes de 192 países abordan en Toledo hasta mañana cómo mejorar la coordinación internacional en la lucha contra el narcotráfico, en una conferencia inaugurada ayer por el director ejecutivo de los servicios policiales de Interpol, Tim Morris; el director general de la Policía Nacional, Germán López, y el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio.

En el acto de apertura, Morris señaló que el tráfico de drogas es un negocio internacional que se extiende por todas las regiones del planeta y explicó que "siempre será un mercado atractivo para los delincuentes" pero que se puede atacar "de una manera muy clara", siguiendo la pista del dinero.

"No es algo nuevo", precisó, ya que se puede seguir el rastro del dinero que se blanquea del narcotráfico y "atacar la cadena", pero es fundamental la cooperación internacional. "En una sociedad global en la que todo está interconectado no podemos seguir trabajando en silos, la clave es colaborar en los recursos", señaló.

Por su parte, el director general de la Policía Nacional ha resaltado que la producción, tráfico y consumo de drogas apuntan a una expansión mundial de este mercado ilegal y, en este sentido, indicó que el objetivo del Congreso es "intensificar" la colaboración entre los países contra "uno de los grandes males que acechan en el siglo XXI". Pese a su dimensión mundial, Germán López ha enviado un mensaje de "esperanza" ya que "estamos ganando poco a poco" la batalla.