Sociedad

El Madrid Arena, un antes y un después en la seguridad de la noche madrileña

  • Se han intensificado las inspecciones y la presencia policial y se ha creado una unidad específica para la vigilancia de grandes eventos.

La tragedia del Madrid Arena no ha cambiado la noche madrileña pero sí marcó un antes y un después en su seguridad: la presencia policial y las inspecciones se han intensificado en los locales y también en los grandes eventos, para los que se ha creado una unidad especial de la Policía.

Así lo han explicado fuentes policiales y lo han reconocido representantes de los empresarios del sector, aunque ambos han incidido en la noche madrileña no ha decaído por aquel suceso y en que acudir a salas o grandes eventos ya era seguro -de hecho Madrid es una de las ciudades más seguras de Europa- y lo del Madrid Arena fue una excepción.

La Comisión de Investigación del Madrid Arena que se celebró en el Consistorio acordó que la Policía Municipal esté presente de oficio en los espectáculos públicos con más de 5.000 asistentes y que los servicios de emergencia acudan a los eventos que celebren en instalaciones públicas. Fuentes policiales han confirmado que esto se acomete y que de hecho recientemente se ha creado una unidad específica para la vigilancia de grandes eventos, integrada por una veintena de agentes municipales con conocimientos en Derecho y riesgos laborales.

Julián Leal, portavoz del Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), mayoritario en la Policía Municipal de Madrid, ha dicho a Efe que "se han incrementado las inspecciones" sobre los locales, que ahora "se miran con lupa". "El Madrid Arena ha marcado un antes y un después en el procedimiento, ya que aunque antes se hacían inspecciones pero no de forma tan inquisitiva", ha reconocido Leal, que ha asegurado que "Madrid siempre ha sido segura" y que la tragedia del pasado 1 de noviembre se debió "a un cúmulo de desgracias".

Los organizadores de grandes eventos y los dueños de las salas "dejan ahora a un lado el criterio económico y atienden más la seguridad" y además "el Ayuntamiento se ha puesto las pilas", ha sostenido. Este planteamiento coincide en parte con el de la Plataforma Empresarial Ocio y Turismo de Madrid, que considera que el Madrid Arena marcó un antes y un después en la noche madrileña, pero porque "provocó una tristeza y desazón tanto a nivel social como institucional, tras la que probablemente no ha habido habilidad para generar un liderazgo" por parte del Ayuntamiento.

Así lo explica en declaraciones a Efe el portavoz de la Plataforma, Vicente Pizcueta, quien reconoce que tras el suceso hubo "mayor celo e inspecciones" en los locales, lo que atribuye a "una preocupación e inquietud de las instituciones" que es "totalmente injustificada". "La preocupación política no se corresponde con la realidad de las 40.000 empresas de ocio que hay en Madrid", que "tienen la conciencia tranquila" porque cumplen la ley, según Pizcueta. Además, en su opinión, "el aforo no mide la seguridad" y en los "muy pocos" locales que han sido clausurados durante el último año por superar el número de personas permitido -como la conocida sala Stella- "no existía un problema de seguridad real". El portavoz de la Plataforma ha incidido en que el suceso del Madrid Arena "fue un caso excepcional que ocurrió en un macroevento, y a nivel institucional hay que tomar medidas para mejorar la imagen turística de Madrid y dinamizar las empresas, porque todo en su conjunto sí que está provocando una situación terrible en términos de imagen turística y de viabilidad económica".

"En dos años España se puede parecer a los países escandinavos, si no se toman medidas y dejamos claro que hay que depurar responsabilidades", ha añadido, y ha instado al Ayuntamiento a regular los macroeventos mediante un decreto que se incorpore a la ley de espectáculos que actualmente se tramita en la Asamblea de Madrid.

Durante el último año se han desalojado e incluso clausurado locales por exceso de aforo, aunque no muchos más que en años anteriores, según han precisado fuentes policiales. La tragedia del Madrid Arena hizo que el Ayuntamiento prohibiera desde el primer momento la celebración de eventos similares y que restringiera la cesión de sus espacios solo a espectáculos en los que todos los espectadores estuvieran sentados. También obligó a extremar la seguridad en algunos de los grandes espacios municipales que concentran periódicamente a miles de personas, entre ellos el Palacio Municipal de Congresos y el Pabellón de Cristal, gestionados también por la empresa Madrid Espacios y Congresos (Madridec), y que permanecieron cerrados varios meses hasta que se acometieron reformas.

El pabellón Madrid Arena estuvo cerrado 175 días, la mayor parte por el precinto judicial, hasta que una feria de material de construcción organizada por una empresa lo reabrió el 24 de abril.

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