Sociedad

Madrid se sumerge en la fiesta del Orgullo Gay

  • El desfile de este año conmemora los 30 años del descubrimiento del virus VIH y reclama que "no se den pasos atrás" en los derechos de los homosexuales. Bibiaina Aído ha pedido al PP que retire el recurso de "la vergüenza" presentado al TC.

El Orgullo Gay ha desfilado por la pasarela del centro de Madrid, que ha hecho de nuevo suya la manifestación más animada y colorista para defender en esta ocasión los matrimonios homosexuales, pedir que "no se den pasos atrás" en sus derechos y además mostrar su solidaridad con los enfermos de SIDA.

Miles de personas han acudido a la cita en la Puerta de Alcalá, de donde partía la cabecera de la manifestación bajo el lema "Salud e Igualdad por derecho".

La manifestación ha arrancado con una pancarta que portaban, entre otros, la secretaria de Estado de Igualdad, Bibiana Aído; el responsable del Plan Nacional sobre el SIDA, Tomás Hernández; el coordinador de IU, Cayo Lara, y los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y el de UGT, Cándido Mendez.

Una traca ha dado el pistoletazo de salida a la cabecera que ha coreado con ganas el "A quien le importa", de Alaska, la diva de este colectivo que ha sacado 35 carrozas, en la que han estado presentes desde su comienzo las familias homoparentales con sus hijos, llegadas de todos los puntos de España.

Globos de color rosa, charangas, comparsas, drag-queens subidas en plataformas de vértigo y ataviadas con variopintos trajes de policía, de mariquita, marineros, angelitos o demonios han sido algunos de los atuendos que se han visto en esta divertida cabalgata, que ha desafiado con el intenso calor del verano de Madrid, al ritmo de la música de Queen, Abba o Rafaela Carrá.

Un calor que ya se anticipaba, dada las temperaturas de los últimos días en la capital, y que ha hecho a algunos llevarse el carrito de la compra, repleto de bebidas, o un simple cubo con hielos dentro para poder saciar la sed y la espera entre la partida de la cabecera y la de las carrozas. Porque si la cabecera pasaba a las seis y media por Cibeles, una hora después lo hacía la primera carroza, y entre unos y otros una multitud de personas con los susodichos carritos, bolsas de plástico con bebidas o acercándose a la improvisada barra que habían plantado con una simple mesa portátil algunos que seguro que han hecho su agosto, aunque estemos en julio.

Pero el ambiente festivo no ha tapado lo que querían decir los miles de gays, recibidos en la Gran Vía por numerosas personas que se dejaban ver en los balcones de pisos y hoteles con la bandera del arco iris. "De hombre a hombre, habla del VIH. El silencio no puede ser un síntoma más", rezaba la primera carroza a la que se han sumado otras en la que los músculos dominaban y la música hacía imposible no moverse.

Y se han movido de toda España, porque había manifestantes de todas las Comunidades, de sur a norte, de este a oeste, y de toda Europa porque era fácil escuchar, a pesar de las notas que invadían la marcha, murmullos en ingles, en italiano o en alemán. Mientras tanto, políticos, sindicalistas y representantes sociales arremetían contra el PP por oponerse a que se denomine "matrimonio" a las bodas homosexuales.

Bibiana Aido, desde el comienzo, ha pedido al PP que retire el recurso de "la vergüenza" que ha interpuesto ante el Tribunal Constitucional y el presidente de la FELGTB- organizadora del acto-, Antonio Poveda, ha recordado a las administraciones que "no van a consentir dar ningún paso atrás" en los derechos conseguidos. La marcha ha concluido en la Plaza de España con la actuación de la cantante Marta Sánchez, después de que portavoces de los colectivos de gais, lesbianas, transexuales y homosexuales leyeran un manifiesto para denunciar la "estigmatización y la marginación" que, según han dicho, padecen desde que se detectó el primer caso de sida.

Han pedido mas recursos para la lucha contra el VIH y han exigido que la crisis "no sea excusa" para que la Administración recorte o elimine las inversiones en investigación y prevención, como han dicho que hace la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre. Ante la próxima visita del papa Benedicto XVI a España, han recordado también a la jerarquía católica que "condenar el condón es bendecir el sida".

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