Sociedad

Nicolás orienta a los jesuitas hacia la defensa de los pobres y marginados

  • El nuevo superior de la Compañía de Jesús hizo gala ayer de su talante abierto

El nuevo superior general de los jesuitas, el español Adolfo Nicolás, reiteró ayer en Roma el compromiso de la orden para defender a los "pobres, marginados y manipulados, a los excluidos de la globalización", dijo.

El religioso, de 71 años, eligido el sábado como prepósito general de la Compañía de Jesús, un cargo popularmente conocido como el de papa negro, ilustró la dirección que dará a la influyente congregación en la primera misa que celebró tras su elección. "Nuestro mensaje es el de la salvación. Es un mensaje universal, no se puede reducir a un país, a naciones geográficas, porque hay otras comunidades humanas, la de los pobres, marginados, manipulados, son los excluidos de la globalización. Esa es mi nación", dijo.

Nicolás, el vigésimonoveno sucesor de San Ignacio de Loyola, presidió la misa en la iglesia de Jesús, donde reposan las reliquias del santo fundador, en 1540, de la mayor orden católica y también la más abierta y a la vez más rebelde a las normas del Vaticano, con el que históricamente ha tenido numerosas fricciones.

"Los diarios en estos días juegan con muchos clichés. Que el papa negro, que el papa blanco, poder, rumores. Nosotros estamos aquí para servir a Dios, a la Iglesia y al mundo, esa es la misión de los jesuitas", comentó.

El nuevo superior general, que se dirigía a los cerca de mil asistentes con un tono directo y simple, es considerado un excelente comunicador, moderno y progresista. "Ayer, después del shock de mi elección, alguien me susurró: no te olvides de los pobres. Eso es lo más importante", reconoció. El religioso cree que la congregación se encuentra ante un importante desafío y que tiene que interrogarse sobre "cúales son las naciones humanas, no geógraficas, a las que hay que dedicar la mayor atención y energía para anunciar la salvación".

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