Sociedad

El plan de la UE para un nuevo pacto climático gana apoyos en Durban

  • Bruselas exige para firmar la renovación de Kioto un mandato para empezar a negociar un acuerdo global y vinculante que incluya a los países más contaminantes

El plan de la Unión Europea (UE) para un acuerdo global vinculante de recorte de emisión de gases de efecto invernadero recabó ayer el apoyo de más de 90 países en la XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17).

A un día de que oficialmente concluyese la COP17 en Durban (Sudáfrica), la UE informó ayer de que tiene el apoyo de la Asociación de Pequeñas Islas Estado (Aosis) y los Países Menos Desarrollados (PMD), que suman 90 naciones.

También expresaron su respaldo a la hoja de ruta europea Brasil y -muy tímidamente y sin precisiones- EEUU, el segundo país más contaminante del mundo, que es renuente a adquirir compromisos vinculantes antes de 2020.

La UE propone, como condición para firmar la renovación del Protocolo de Kioto, que expira en 2012, un plan que exige un mandato para empezar a negociar un acuerdo global y vinculante que incluya a los países más contaminantes (desarrollados y emergentes). Ese acuerdo, según el planteamiento europeo, debería firmarse en 2015 y entrar en vigor en 2020.

"Tenemos un objetivo común", afirmó ayer el ministro polaco de Medio Ambiente, Marcin Korolec, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria de la UE, en un encuentro con la prensa en la COP17, en alusión al acuerdo alcanzado ayer con Aosis y PMD para defender la misma postura en Durban. "Necesitamos una hoja de ruta que nos lleve a un acuerdo legalmente vinculante en el futuro", subrayó Korolec.

El titular polaco de Medio Ambiente precisó que "la propuesta de la UE es una condición" para que el bloque europeo pueda firmar la prórroga del Protocolo de Kioto.

La cumbre de Durban debe decidir el futuro del protocolo, el único tratado que obliga legalmente a la reducción de emisiones, en el que participan todos los países desarrollados a excepción de EEUU, que no lo ratificó.

El ministro danés para el Clima, Martin Lidegaard, que compareció junto a Korolec, reafirmó el "compromiso de Europa con un segundo periodo del Protocolo de Kioto".

Ese compromiso se adoptaría si la COP17 aprueba "un mandato para un nuevo acuerdo legalmente vinculante para todos los países, con responsabilidades comunes dependiendo de la capacidad de los países".

En nombre de los PMD, el ministro gambiano de Medio Ambiente, Jato Sillah, recordó que los países pobres son "los más vulnerables", por lo que llegar a un acuerdo en Durban es "cuestión de supervivencia".

Brasil, una de las grandes economías emergentes, también dejó entrever ayer su disposición a respaldar la hoja de ruta de la UE.

"Sí, estamos de acuerdo con la UE", señaló el negociador jefe brasileño, el embajador Alberto Figueredo, en una rueda de prensa en la que Brasil expresó su apoyo por un acuerdo global vinculante en 2020 y su flexibilidad sobre las fechas para elaborar el nuevo pacto.

Por su parte, el enviado especial de EEUU para Cambio Climático, Todd Stern, manifestó ayer un tímido respaldo al plan europeo, en un intento de negar que su país esté retrasando la firma de un nuevo acuerdo legal contra el cambio climático hasta 2020. "La UE ha pedido una hoja de ruta. Nosotros apoyamos eso", argumentó Stern

No obstante, EEUU ya advirtió en la cumbre de Durban que no firmará un nuevo acuerdo global de reducción de emisiones sin "paridad legal" con potencias emergentes como China.

De momento, China, el país más contaminante, expresó su disposición a firmar un futuro acuerdo legal de reducción de emisiones, pero no antes de 2020 y bajo ciertas condiciones.

Por su parte, el ministro de Medio Ambiente de Canadá, Peter Kent, señaló ayer que su país es partidario de un nuevo acuerdo en 2015 que sustituya Kioto, con todos los grandes emisores, si bien no se refirió expresamente al plan de la UE.

Sobre el apoyo dado a la UE, la secretaria de Estado española para Cambio Climático, Teresa Ribera, aseguró que "se ha avanzado más en el proceso de aislamiento y presión hacia los grandes emisores (de gases contaminantes) que no están en el Protocolo de Kioto". "Esto -agregó Ribera- ha provocado una inmediata reacción de los países emergentes más EEUU. Tienen que ver cómo afrontarlo. El resultado es incierto, pero que se haya avanzado es bueno".

La cumbre, que empezó el día 28, concluye hoy, por lo que los negociadores apuraban las horas para intentar llegar a un acuerdo.

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