Sociedad

Violencia, drogas y crimen organizado: la otra cara del sumo

  • Una trama de apuestas ilegales y mafia enturbian la honorabilidad del legendario deporte japonés.

El sumo se encuentra sumido en una profunda crisis debido a los escándalos por apuestas ilegales y los vínculos con el crimen organizado que rodean al tradicional deporte japonés. Lo que la Asociación de Sumo de Japón, el máximo guardián del deporte milenario, intentó negar hasta ahora, fue finalmente admitido por tres luchadores: la participación en peleas arregladas.

Uno de ellos, Chiyohakuho, anunció el viernes su renuncia al deporte. Las declaraciones son un fuerte golpe al sumo, cuya imagen respetada antaño se entremezcla ahora con la droga, las apuestas ilegales en partidos de béisbol y las conexiones con el mundo del hampa, conocido en Japón como yakuza. Al deporte nacional se le podrían quitar incluso el reconocimiento de institución de bien público y los beneficios fiscales. El escándalo salió a la luz a través de mensajes en móviles de los luchadores durante investigaciones policiales sobre apuestas ilegales en el béisbol. Catorce personas están bajo sospecha de haber participado en las manipulaciones. Las acusaciones, sin embargo, no son nuevas, pero siempre fueron rechazadas por la Asociación de Sumo.

Ya el ex luchador Onaruto había plasmado en su libro de 1996 Yaocho (manipulación en el ring) que en el sumo, con una gran cantidad de rituales y ceremonias de limpieza, no siempre se actúa tan limpiamente como muchos suponen. Onaruto menciona a luchadores que consumen marihuana, evaden impuestos y se reúnen con miembros de la yakuza. Un mes antes de aparecer el libro, el autor y su co-autor, el ex luchador Seiichiro Hashimoto, murieron de manera misteriosa el mismo día.

Las acusaciones de que jóvenes alumnos de sumo son formados con métodos violentos fueron desmentidas tajantemente durante años por la asociación, sumamente conservadora. Pero en 2009, el jefe de una promotora de sumo fue condenado a seis años de prisión por hostigar a un joven de 17 años y causar su muerte. Entre otros abusos físicos, el ex entrenador le arrojó una botella en la cabeza un día antes de la muerte del joven luchador. En los últimos años fueron suspendidos varios luchadores por consumo de drogas. Recientemente, dos combatientes hicieron destrozos en un restaurante en Tokio en fuerte estado de ebriedad. La radio y televisión estatal NHK, que tiene los derechos exclusivos sobre los torneos de sumo, canceló la transmisión de una lucha debido a las apuestas ilegales. En vista de los nuevos escándalos, la NHK está pensando no transmitir los próximos torneos.

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