La autopsia de la menor de 13 años asesinada la pasada semana en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) constata que murió asfixiada y descarta signos de violación al determinar que no hubo penetración.
El informe forense determina que la menor fue asfixiada, sin llegar a determinar si fue estrangulada o ahogada de otro modo, aunque sí considera que pudo haber algún tipo de tocamiento.
La autopsia recoge que la niña tenía diversas lesiones de arma blanca perimortem -justo antes o justo después de morir-, que no fueron causa de la muerte, todas en la parte superior del cuerpo. El presunto homicida fue detenido la noche del lunes poco después de que ocurriera el crimen e ingresó el viernes en la unidad hospitalaria psiquiátrica del centro penitenciario de Brians I (Barcelona).
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