Sociedad

Las bajas por reglas dolorosas podrán ser de hasta tres días

Zona de dolor de una mujer por la menstruación.

Zona de dolor de una mujer por la menstruación. / G. H.

El texto que el Ministerio de Igualdad pretende llevar al Consejo de Ministros del día 17 de mayo incluye medidas que tienen ver con la salud sexual y reproductiva de las mujeres, como una mejora de la atención, un avance en el reconocimiento de permiso maternal preparto o actuaciones para prevenir y erradicar la violencia ginecobstétrica.

Dentro de esta reforma también se trata la posibilidad de que exista una baja laboral por dolores de regla severos, para que las mujeres con este cuadro médico se queden en casa o se flexibilice la jornada laboral. De igual modo, la reforma prevé contemplar la gestación por subrogación como violencia contra la mujer.

La responsable de Igualdad explicó que, con esta norma, "la salud menstrual pasará a ser un estándar determinante a la hora de valorar el acceso a la salud de las mujeres, y garantizarla será una obligación del Estado y los poderes públicos".

En este sentido, la ley abordará el hecho de que productos de primera necesidad para la mayoría de mujeres "sigan siendo enormemente costosos" o el posible desarrollo de una píldora anticonceptiva masculina para que las mujeres no sean las que siempre asuman la responsabilidad en esta materia.

Reforma de la ley del aborto

El Ministerio de Igualdad presentará este 17 de mayo la reforma de la ley del aborto al Consejo de Ministros para su aprobación en primera lectura.

La propia ministra adelantó gran parte del contenido de esta iniciativa el pasado mes de febrero, durante su comparecencia ante la Comisión de Igualdad del Congreso, destacando medidas como el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) a las menores de 16 y 17 años de forma "autónoma" o la creación de un sistema para la objeción de conciencia como el que se aplica en la ya aprobada de la Ley de Eutanasia.

Sobre esto último, Montero indicó que el objetivo de esta reforma es que en los servicios de ginecología y obstetricia de los centros públicos se garantice esta práctica.

Para ello, según ha indicado, se respetará "escrupulosamente" el "derecho constitucional" a la objeción de conciencia", pero haciéndolo "escrupulosamente compatible con el derecho de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos".

En este sentido, la reforma recoge que será la mujer quien decida el método de interrupción y en el centro de salud le darán la información necesaria para poder tomar esa decisión. Además se eliminará la obligación de reflexión de tres días.

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