Coronavirus

La dexametasona: la letra pequeña del fármaco universal y barato contra el Covid

La dexametasona.

La dexametasona.

Seguro que muchos lo han visto. El vídeo de un médico del Clínico de Granada a sus compañeros se hacía viral en mitad de lo peor de la crisis sanitaria por el coronavirus en España. En él, el doctor José Luis Callejas, de la Unidad de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas del San Cecilio explicaba, con términos prácticamente ininteligibles para los más ufanos (o sea, la inmensa mayoría) cómo el uso de corticoides en un momento determinado de la enfermedad conseguía reducir su gravedad y evitar muchas muertes.

Ahora nada menos que los científicos de la Universidad de Oxford le han dado la razón gracias a una investigación que se ha dado a conocer esta misma semana y en la que se asegura que el tratamiento a base de dosis bajas de esteroides supone un gran avance en la lucha contra la COVID-19, al reducir el riesgo de muerte en un tercio de aquellos pacientes que se encuentran enchufados a ventiladores. En cuanto a los que precisan de un abordaje de la enfermedad con oxígeno, reduce las muertes en una quinta parte, de acuerdo con estos hallazgos.

Se trata además de un fármaco barato y de fácil acceso en todo el mundo: la dexametasona. Según estimaciones de los investigadores, si ese fármaco hubiera estado disponible en el Reino Unido desde el principio de la pandemia, se habrían podido salvar hasta 5.000 vidas.

El medicamento funciona, pero la OMS y otras instituciones médicas han puesto ya sobre aviso al mundo: no se trata de un producto milagroso, no está indicado en todas las circunstancias y aún no existen suficientes estudios para confirmar nada. De hecho, el organismo sanitario internacional ha comenzado a coordinar un metaanálisis que reúne datos de varios ensayos clínicos para aumentar la comprensión general de la dexametasona. Con todo, la OMS actualizará su guía clínica para reflejar cómo y cuándo se debe usar la dexametasona para tratar la enfermedad, que ya ha afectado a más de 8 millones de personas desde el inicio de la pandemia.

El director de la OMS ha recordado que el ensayo ha evidenciado que la dexametasona no tenía un efecto beneficioso para las personas con síntomas más leves de la enfermedad, que no necesitaban apoyo respiratorio. "Esta es una noticia muy bienvenida para aquellos pacientes con enfermedades graves”, dice al tiempo que recuerda que “estos medicamentos sólo deben ser utilizados bajo estrecha supervisión clínica”.

También el sector de la farmacia ha puesto pie en pared al respecto: el director de la secretaría técnica del Consejo General de Farmacéuticos, Antonio Blanes, ha pedido prudencia a la hora de hablar de los efectos de este fármaco sobre la Covid-19 porque se trata de momento de un estudio. La dexametasona se utiliza en procesos antiinflamatorios como asma o artitris reumatoide, y se pueda adquirir con receta médica a un precio inferior a diez euros.

Los farmacéuticos recuerdan que es un fármaco que necesita receta médica, “no se puede adquirir, ni sería recomendable, sin que un médico marque las pautas de la duración del tratamiento y las dosis", ha destacado Blanes. ”Si va a una farmacia”, puntualiza, “no se lo van a dar" sin esa prescripción medica. La dexametasona no es un medicamento de uso preventivo, tiene efectos adversos y debe ser valorado respecto a otras patologías. 

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