Sociedad

Siete escolares mueren en Francia en un choque entre un autocar y un tren

  • Otras 22 personas han resultado heridas en el accidente, tres de ellas de gravedad.

Siete escolares han fallecido al colisionar un tren y un autocar al este de Francia, en uno de los accidentes más graves ocurridos en un paso a nivel en varias décadas en este país.

El drama, en el que otras 22 personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad, según el último balance difundido por la Prefectura, ocurrió a primera hora de la tarde en la localidad de Allinges (Alta Saboya), en la región de los Alpes.

Un total de 56 personas, de ellos 50 niños de entre 12 y 13 años de edad, viajaban en el autocar para un viaje de estudios.

Por el momento las circunstancias del accidente no están claras. Los investigadores no pudieron interrogar de inmediato a los respectivos conductores del tren y del autocar, que estaban en estado de shock.

Pero, según las primeras indicaciones, el paso a nivel funcionó debidamente, indicaron fuentes de la empresa nacional de ferrocarriles, SNCF.

Uno de los niños que salió indemne del accidente explicó en el telediario de TF1 que el autocar quedó bloqueado en el paso a nivel al bajar la barrera: "No podía avanzar ni retroceder".

Los investigadores, que deberán determinar si el conductor hizo caso omiso de las señales luminosas del paso a nivel, estudiarán el vídeo instalado en ese paso. Dos investigaciones están en curso, una judicial y otra administrativa.

Aunque precedido de una curva en la carretera, este paso a nivel no figura entre los 340 catalogados como preocupantes en Francia. En total quedan casi 15.000 pasos de nivel en Francia. Cada año se eliminan algunos, pero resulta costoso ya que supone la construcción de un puente o de un paso subterráneo.

En el tren regional, que iba de Thonon-les-Bains a Annemasse, una persona resultó ligeramente herida, al igual que un automovilista que seguía al autocar.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que acudirá mañana a la zona del drama, aludió a este "accidente muy grave" al comienzo de un discurso en París sobre reformas en la enseñanza.

La ministra de Interior, Michèle Alliot-Marie, el secretario de estado de Transportes, Dominique Bussereau, y el presidente de la SNCF se personaron en el lugar de los hechos.

El primer ministro, François Fillon, por su parte, dijo que hay que hacer esfuerzos adicionales para reducir el número de pasos a nivel y "sobre todo para aumentar las condiciones de seguridad en el transporte de los niños".

Una capilla ardiente se estaba preparando en la localidad, mientras que la Prefectura organizó una célula de crisis, al igual que otra para dar apoyo psicológico a los niños y sus familias.

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