Estudio

Los seres humanos responden más rápidamente a los gritos de placer que a los de alarma

  • Un estudio publicado por la revista PLOS Biology termina con el pensamiento generalizado de los investigadores

  • Los humanos, por las situaciones sociales complejas que viven, procesan mejor ese tipo de gritos

Los seres humanos responden más rápidamente a los gritos de placer que a los de alarma

Los seres humanos responden más rápidamente a los gritos de placer que a los de alarma / My Networking Apparel

Aunque en un principio podría parece extraño, y en contra de lo que piensan generalmente los investigadores, los seres humanos reaccionan más ante emociones positivas como alegría o placer extremos que antes señales de peligro y amenaza. Esto es lo que se desprende del estudio 'Eficiencia de procesamiento neurocognitivo para discriminar las llamadas humanas que no son de alarma en lugar de las llamadas de alarma', publicado por la revista PLOS Biology.

Para Sascha Frühholz, profesora asociada en el Departamento de Psicología de la Universidad de Oslo, en Noruega, y principal autora del estudio, los resultados del mismo son sorprendentes. Porque la teoría determina que siempre se nos quedará en la memoria los gritos en una película de terror o las imágenes de una persona huyendo de terror en un incendio, pero no. Retenemos mejor el grito de alegría de nuestros hijos en las mágicas Noches de Reyes o la emoción que desprendemos al enterarnos de que nos ha tocado el Gordo de la Lotería.

Por gritos entendemos "un sonido agudo y estridente emitido con la voz de manera fuerte o violenta" o una "expresión que se emite en voz muy alta y manifiesta un sentimiento o una sensación", según la RAE. ¿Por qué nuestro cerebro destaca entonces más los gritos que se desprenden de sensaciones agradables?

Sascha Frühholz, profesora asociada en el Departamento de Psicología de la Universidad de Oslo: "La comunicación a gritos parece haberse diversificado en gran medida en los humanos"

Frühholz y su equipo realizaron cuatro experimentos en pequeños grupos de personas. En uno de esos experimentos, los participantes del estudio se sometieron a una resonancia magnética funcional, también conocida como fMRI, mientras escuchaban los gritos. Los escáneres mostraron que sus cerebros reaccionaban con mayor rapidez y precisión a lo que Frühholz llama "no alarma" o gritos positivos que a alarmas. Si bien eso parece ser cierto en primates y otras especies animales, "la comunicación a gritos parece haberse diversificado en gran medida en los humanos, y esto representa un paso evolutivo importante", señala Frühholz.

Humanos vs animales

Estos ejemplos surgen de situaciones de peligro o nerviosismo. Las reacciones fisiológicas son producidas por el organismo humano ante circunstancias incómodas, desagradables o placenteras. Éstas suelen presentarse de forma inconsciente y, posteriormente, transformadas en parte de la conducta.

Muchos de nosotros nos deleitamos con esos sonidos espeluznantes, como lo demuestra el éxito de las películas de terror en las que las reinas del grito del cine anuncian el próximo giro sangriento de la trama.  Sin embargo, las personas también disfrutan gritando de sorpresa y alegría, y a menudo gritamos (aunque sea un poco) cuando nos sobresaltamos o estamos emocionados. Y los humanos, al contrario que los animales, parecen ser mejores para procesar ese tipo de gritos. ¿La razón? Posiblemente porque los humanos tenemos señales y situaciones sociales más complejas con las que lidiar que los animales, según  los investigadores. Estar sometidos más habitualmente a estos estímulos provoca que reaccionemos más rápidamente a esas indicaciones, concluye el estudio.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios