Sociedad

Las limitaciones personales no impiden ejercer un trabajo

  • Las personas mayores de 45 años o con discapacidad física o psíquica cuentan con cualidades inherentes de gran utilidad para desempeñar determinados empleos

El tener limitadas ciertas capacidades no implica carecer de la concentración y las habilidades necesarias para ocupar un puesto de trabajo. Sin embargo, las personas con discapacidad, los mayores de 45 años y las mujeres con responsabilidades familiares no compartidas y/o víctimas de violencia de género se enfrentan en su quehacer diario a un doble desafío. Por un lado, superar las dificultades derivadas de sus circunstancias y, por otro, encontrar un puesto de trabajo adecuado a sus necesidades y expectativas.

Se trata de colectivos desfavorecidos al que se asocian una serie de prejuicios y estereotipos, situándolos en condiciones de inferioridad sobre todo a la hora de competir en el mercado laboral.

En este grupo también se incluyen a los ex deportistas de élite que por sus condiciones físicas suelen retirarse a edades muy temprana y sin apenas formación, lo que dificulta su acceso al empleo y les desorienta a la hora de reconducir su carrera profesional.

En este contexto, la Fundación Adecco asegura que estos colectivos cuentan con cualidades inherentes de gran utilidad para desempeñar con éxito determinados puestos de trabajo.

El que existan personas con ciertas capacidades limitadas no implica carecer de concentración y de habilidades necesarias para ejercer un empleo. Por el contrario, en estos colectivos se ven reforzados valores como la motivación, el afán de superación o la responsabilidad. De este modo, personas con discapacidad intelectual, física, sensorial, psíquica, orgánica... son aptos para puestos como operarios de limpieza, reponedores y otras actividades.

Al analizar al colectivo de mayores de 45 años, la clave está en transformar la edad en una ventaja. Sobre ellos es recomendable el reciclaje profesional, es decir, actualizar conocimientos y recibir formación en áreas como la informática, las nuevas tecnología,...

La responsabilidad, la seriedad, el control emocional y la madurez, son cualidades que las empresas deben aprovechar de estas personas. Por ello, los puestos como operadores, promotores, encuestadores... son los oficios más recomendados para este sector.

Por otro lado, dentro del colectivo de desfavorecidos están las mujeres con cargas familiares. La necesidad de horarios flexibles para compatibilizar con su labor familiar, unido a que la mayoría apenas cuenta con experiencia, reduce el abanico de salidas profesionales para este sector.

Sin embargo, en la actualidad nos enfrentamos a un nuevo modelo familiar marcado por la incorporación de la mujer al trabajo y el creciente envejecimiento de la población española. Estas circunstancias están incrementando el número de personas dependientes -sobre todo niños y ancianos- que carecen de un familiar que pueda responsabilizarse de ellos.

De ello surgen numerosas oportunidades de trabajo a las que puede optar este colectivo, por su flexibilidad y compatibilidad de horarios.

Por último, para los ex deportistas de élite desarrollar una profesión fuera de su ámbito resulta complicado. Sin embargo cuentan con cualidades -motivación, interés, dinamismo, constancia...- muy valoradas por las empresas. Sin duda alguna, los puestos de trabajo más adecuados para este colectivo son las relacionadas con el mundo del deporte: entrenador, árbitro o gestor de entidades deportivas. Además, los diferentes valores que adquirieron durante su etapa anterior les convierten en emprendedores aventajados a la hora de montar su propia empresa.

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