Sociedad

La militarizada Concepción parece una zona de guerra por los saqueos

  • El Gobierno chileno aumenta el despliegue militar en las calles ante el vandalismo mientras la ayuda humanitaria comienza a fluir muy lentamente

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Concepción, la ciudad más afectada por el sismo en Chile, estaba ayer fuertemente militarizada, con tanquetas en las calles, un toque de queda ampliado a 18 horas y sus habitantes organizados en grupos de autodefensa por los violentos saqueos de los últimos días. El Gobierno movilizó a unos 14.000 militares a esta ciudad, 500 kilómetros al sur de Santiago, y a la vecina región del Maule, las zonas más afectadas por el sismo de 8,8 grados que sacudió Chile el sábado, con dos millones de damnificados y al menos 795 muertos, según informó ayer la presidenta Michelle Bachelet.

Escenas de guerra podían verse ayer en Concepción, con tanquetas custodiando lugares estratégicos, mientras patrullas con soldados con armas en ristre recorrían las calles. Mientras el país intenta levantarse de una de las mayores catástrofes de su historia, la ayuda internacional comenzó a llegar, con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton. "La reconstrucción costará mucho dinero", admitió Bachelet tras reunirse con Clinton, que trajo unos 20 equipos satélites de comunicaciones para sacar del aislamiento a localidades incomunicadas por el cataclismo, auxilio que fue agradecido por Bachelet en el encuentro en el aeropuerto, que sigue restringido en sus operaciones por los severos daños que el sismo provocó allí.

La ayuda de otros países como Argentina, Perú o España era esperada en las próximas horas.

El toque de queda en Concepción para evitar saqueos y atentados así como dos incendios intencionados el lunes, fue ampliado a 18 horas, lo que demuestra un endurecimiento de la fuerza pública ante la magnitud del vandalismo que se apoderó de las ciudad en las últimas horas.

La rígida norma de excepción que impide circular causó ayer un colapso de tránsito con kilométricas filas de vehículos que no podían entrar a Concepción hasta el fin del toque de queda al mediodía. Los vecinos de varias comunidades montaron barricadas para defenderse de la amenaza de los saqueadores, que burlan el toque de queda para ingresar a las casas. "Decidimos organizarnos para defendernos", dice un hombre en la comunidad de San Pedro de La Paz. "Aquí las armas son palos y piedras", agrega. En los barrios más acomodados, un periodista de la AFP constató al menos a una persona con armamento largo en su puerta. Los vecinos resolvieron atarse un listón blanco en el brazo para distinguirse de los que no residen en la zona.

Un paramédico de los Bomberos comenta que en las villas donde viven militares retirados se ha sugerido a los jefes de familia "dormir con las armas al alcance". En localidades cercanas a Concepción, como el puerto adyacente de Talcahuano, afectado por un tsunami, viven en penumbras y están expuestos al pillaje. "Por la noche vienen vándalos a meterse en nuestras casas, así que juntamos todo lo que pudimos y prendimos fuego para calentarnos y así cuidar las cosas en la puerta de nuestras casas", dice Antonio González. "Estamos durmiendo con un palo en la mano para defendernos. Muchos que lo han perdido todo vienen como zombies buscando qué llevarse y tenemos que responder", añade.

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