Sociedad

Más de la mitad de los profesores creen que los alumnos son peores que antes

  • Los docentes consideran insuficiente el sistema de oposiciones actual y el respaldo de la Administración, según un informe · Pese a las dificultades mantienen la misma vocación y entusiasmo

La tarea de los docentes parece ahora más complicada y exigente. Los profesores de Primaria están cada vez más preocupados por la dificultad que supone impartir clase hoy en día. La mayoría comparte una visión pesimista de los alumnos actuales. Así, un 55,5% de los maestros opina que son peores que los de hace unos años, mientras que sólo el 26,3% cree que son similares, según se desprende del informe La situación de los profesores noveles 2008, elaborado por la Fundación SM y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), presentado ayer.

El estudio, realizado por Noelia Álvarez junto al equipo del Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA), ha sido realizado a nivel nacional, a través de un cuestionario cerrado a casi 1.700 profesores de Infantil, Primaria y Secundaria de centros públicos, concertados y privados.

En las aulas los docentes se encuentran con chavales más indisciplinados y con menos conocimientos. "Uno de los mayores problemas de los profesores es el tema de la disciplina y el control en las aulas", según el director de la Fundación SM, Leoncio Fernández. Sólo el 4,4% de los profesores considera que los alumnos actuales tienen más conocimientos, y un escaso 2% cree que tienen más sentido de la justicia. Fernández ha asegurado que hay un problema de adaptación doble: los docentes deben amoldarse a las demandas de las nuevas generaciones, y los alumnos deben asumir la disciplina que supone la autoridad del maestro.

"Les cuesta más atender, aprender y ser más pacíficos", ha apuntado el secretario general de la OEI, Álvaro Marchesi, quien ha precisado que "tienen otros valores que antes no tenían como mayor capacidad de trabajo en equipo, son más innovadores y dominan las nuevas tecnologías".

Ambos coinciden en que para los docentes siempre "cualquier tiempo pasado fue mejor" y han asegurado que esa apreciación sobre los alumnos se repite en todos los estudios y países.

Otra de las conclusiones del informe es que los profesores están satisfechos de su docencia aunque preocupados por las dificultades que tienen para enseñar. En cuanto al grado de satisfacción, casi un 68% se encuentra ahora más satisfecho o, al menos, igual que cuando se iniciaron en la docencia. El estudio revela que la motivación de los profesores es elevada ya que a pesar de las dificultades iniciales, el 86% no se planteó dejar la enseñanza, ni perdió la ilusión. Son la mitad de los nuevos profesores y los más veteranos (a partir de 30 años) los que recuerdan con mayor satisfacción sus comienzos.

Sin embargo, la ilusión no se mantiene de la misma manera. Según van aumentando los años de experiencia, los profesores se muestran más insatisfechos que al inicio de su carrera.

Los nuevos docentes se valoran mejor a sí mismos y se consideran más ilusionados, más activos y dedicados. Sus compañeros con más experiencia también los valoran positivamente, en general, ya que la mayoría (56,4%) cree que tienen una buena preparación profesional y aportan ideas novedosas a los centros en los que se incorporan (58,7%), según el estudio. No obstante, consideran que el punto débil está en la capacidad de los nuevos para mantener el orden en clase y que una cuarta parte de los docentes noveles desconoce los problemas del sistema educativo.

La valoración sobre la capacidad para mantener el orden en la clase varía según los años de experiencia ejerciendo la docencia, así el 30% de los profesores con más de diez años de ejercicio de la profesión afirma que su capacidad es buena o muy buena. Este porcentaje aumenta hasta el 45% en el caso de los profesores que llevan de cuatro a diez años de docencia, y son los profesores con menos experiencia los que tienen mayor confianza en sí mismos (57,5%).

El 30% de los nuevos profesores cree que les dan los cursos y las clases que los demás no quieren impartir, señala el estudio.

En cuanto al acceso a la docencia y la estabilidad, al 56% no le parece bien el sistema de oposiciones actual, considerando el 62,7% que debería cambiar para tener en cuenta las nuevas funciones que se exigen al profesorado, según se desprende el informe. El 74% considera que su esfuerzo es el principal motor para progresar y, en ningún caso, parecen encontrar respaldo ni en la Administración educativa ni en profesores de otros centros.

Una gran mayoría de los encuestados considera que la movilidad establecida no es compatible con la necesaria estabilidad, garantía de la calidad de la enseñanza, por lo que creen que el acceso a los centros debería hacerse por equipos y no de forma individual.

Las relaciones que los nuevos profesores establecen en el centro es otro de los aspectos que recoge el estudio, que concluye que, en general, valoran bien o muy bien las que mantiene con sus compañeros, con sus alumnos o con la dirección del centro y, en menor medida, con las familias. La relación con las familias no es fácil, el 51,4% de los profesores afirma no mantener buenas relaciones con los padres de los chicos. "Este es un aspecto que hay que reforzar, para tender puentes entre la familia y la escuela", ha considerado el director de la Fundación SM.

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