Cinco personas muertas y tres heridas es el balance del desprendimiento de rocas sucedido ayer en la turística playa de María Luisa, situada en Albufeira, en el Algarve, informó el Instituto Nacional de Emergencia Médica luso (INEM) .

Los muertos son un hombre de 60 años, dos mujeres, una de 37 y otra de unos 50, y otras dos menores de 25. Tanto los muertos como los heridosy son portugueses, según afirmó a Efe el capitán de la Marina lusa Marques Pereira, que confirmó que la búsqueda de otras posibles víctimas terminó a las nueve de la noche y descartó que más personas pudiesen estar enterradas bajo la rocas, a pesar de que Protección Civil había informado también de que un niño y un hombre adulto estaban sepultados.

El desprendimiento de rocas, cuya causa se está investigando, se produjo en la playa María Luísa, enclavada en un acantilado en Albufeira, junto a Olhos de Agua.

Esta playa es un lugar muy frecuentado por turistas y estaba "llena de gente", con casi un millar de bañistas a la hora del accidente, según los medios lusos.

Varios testigos directos citados por medios estatales lusos describieron la escena como ensordecedora y añadieron que se levantó una nube de polvo en la que se escuchaba a personas gritando.

El capitán Marques Pereira declaró que la situación del acantilado de la playa era "bastante frágil y existía riesgo de derrumbe, por lo que la Autoridad Marítima ya había colocado avisos sobre su peligrosidad en la playa". Sin embargo, el primer ministro de Portugal, José Sócrates, que visitó el lugar del accidente, aseguró que "la situación en la que estaban los acantilados de la playa no había sido calificada de peligro inminente".