Los padres no juegan con sus hijos "porque no tienen tiempo" y un tercio de las madres y casi la mitad de los padres consideran que "no juegan lo suficiente con ellos", según se desprende del II Informe nacional sobre la infancia en España 2011, desarrollado por la empresa de juguetes Chicco.

Además, el estudio (realizado en 2010 a 1.000 padres y 1.000 madres con hijos de hasta cinco años) indica que, cuando compran un juguete, "un 73% de los padres y un 78% de las madres da más importancia a que sea educativo, en lugar de su capacidad de entretenimiento".

Sin embargo, detecta que a un tercio "no les importa si los productos están homologados por la Unión Europea".

En este sentido, el informe concreta que has dos razones: "o porque no se fijan en este detalle o porque los adquieren si les parecen interesantes, al margen de que no cuenten con las garantías europeas".

Asimismo, este análisis pone de manifiesto que "más de la mitad de las madres y los padres consideran que los juguetes que se fabrican para niños menores de cinco años presentan diferencias según el sexo al que van dirigidos".

Por otro lado, el estudio, que indica que tanto padres como madres "estarían dispuestos a ganar menos dinero si pudiesen pasar más tiempo con sus hijos", señala que "prácticamente la totalidad de los progenitores, concretamente, un 90%, considera que la cantidad de juguetes que tienen actualmente los niños es excesiva". Esto se debe, según añade, a que los mismos padres son "demasiado permisivos", tal y como opina un 57% de las madres y un 65% de los padres.

Asimismo, el informe -que también revela que un 60% de las madres asegura que ha dejado su trabajo fuera de casa para encargarse ellas mismas del cuidado de sus hijos- pone de relieve que el segundo motivo por el que los padres (un 17%) y las madres (22%) creen que sus hijos tienen demasiados juguetes es "la presión publicitaria" que existe.

Por otro lado, los padres afirman que el motivo que más les influye a la hora de comprar juguetes para sus hijos es "la celebración de los cumpleaños y las fiestas navideñas".

En este sentido, el estudio añade que el hecho de que los padres vean un producto que "les llama la atención" también favorece la compra "aunque no haya un motivo para hacerle un regalo a sus hijos".

Finalmente, los padres "valoran más que las madres el buen comportamiento de sus hijos para comprarles un regalo" pero coinciden al afirmar que "las peticiones del niño no afectan al consumo de juguetes".

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