Sociedad

El caso de la pequeña Andrea reabre el debate de la muerte digna

  • El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, recuerda que España ya cuenta con una Ley de Autonomía del Paciente.

Andrea nunca caminó, jamás habló y tampoco pudo hacer amistad con niños, pero esta menor, víctima de una enfermedad rara desde que era bebé, ha reabierto el debate sobre la "muerte digna" tras la batalla impulsada por sus padres Antonio y Estela, que ayer dieronel último adiós a su "valiente princesita". La pequeña descansa en el cementerio parroquial de Santa Cristina de Barro, en Noia (La Coruña), entre ramos de flores blancas, rojas, amarillas, azuladas, y emotivas leyendas tales como "Desde hoy el cielo brilla más", "Amareite sempre, mamá" (Te amaré siempre, mamá), "Meu Anxeliño" (Mi angelito) y mensajes de sus dos hermanos menores, Claudia, de 7 años, y Antón, de tan sólo uno y medio.

La despedida, de carácter familiar y privado, se celebró ayer por la mañana, en un desapacible sábado en el que este matrimonio gallego, dedicado durante doce años al cuidado integral de su hija mayor, algo de lo que se sienten realmente orgullosos, ha recibido constantes muestras de afecto y de respaldo, provenientes de vecinos del pueblo que han visitado la necrópolis para estar con los suyos y se han encontrado con ellos.

Antonio y Estela se han sentido muy respetados en todo momento y de su lucha dicen que en realidad "el coraje" que les ha movido era el de Andrea, una cría de la que sabían interpretar el lenguaje no verbal, los gestos que ella hacía, sus "rictus" y las expresiones de incomodidad o de alegría. Atrás han quedado los días de fiebre alta y vómitos frecuentes de la niña, porque, una vez se le retiró la alimentación artificial que recibía, pudo descansar, y los gestos que ahora tienen en mente son los últimos que apreciaron en ella, un rostro de absoluta felicidad.

Estela, también conocida como Tess, y su marido Antonio, al que en su círculo llaman Tono, tienen palabras de agradecimiento para el magistrado Roberto Soto, que entendió de este caso; así como para el pediatra Antonio Justicia, que desempeña su trabajo en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) en el que ha estado ingresada Andrea, y que, fiel a su propio apellido, "hizo justicia".

Tampoco olvidan al especialista en Psicología Clínica Miguel Anxo García, que estuvo a disposición de ellos "constantemente", ni a los forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) y a los medios de comunicación, por el buen trato recibido, "al que no se le puede poner tacha alguna".

Sin embargo, el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, vio irresponsable abrir en estos momentos un debate "oportunista" sobre una ley de muerte digna. "Y mucho menos hacerlo porque uno tiene un interés electoral sobre una situación dramática como la que hemos vivido y en la que hay que ser muy cuidadoso con la situación de los padres y muy respetuoso también con los profesionales", dijo. En declaraciones a los medios de comunicación, el ministro recordó que en España hay una Ley de Autonomía del Paciente que dice que a nadie se le puede obligar a seguir un tratamiento.

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