La herencia es el proceso por el cual, tras el fallecimiento de una persona, otras reciben su patrimonio. Muchos tienen el concepto equivocado de que la herencia es sinónimo de ganancia económica, pero en ocasiones no es así y la vida de los herederos pasa a ser peor por desconocimiento o falta de acciones previas. Todo aquel que sea llamado a recibir una herencia puede aceptarla o rechazarla de forma voluntaria y libre.

Aquí te explicamos todo lo que necesitas saber para cobrar o renunciar a una herencia.

Cobrar la herencia

Una persona sostiene varios billetes en su mano

Lo primero, y más importante es estar seguro del fallecimiento de la persona de la que haya que heredar y de tener derecho a recibir dicha herencia. En el caso de que decidas cobrar (o asumir) la herencia, lo que debes hacer es aceptarla. Aceptarla te posiciona directamente en la condición de heredero, pero aún no de titular de bienes concretos del caudal hereditario, algo que se producirá en la fase de partición (reparto) de los bienes hereditarios. Esa partición no se podrá llevar a cabo hasta que todas las personas implicadas en la herencia acepten o rechacen ser herederos.

La aceptación, y posterior cobro de la herencia, puede realizarse de diferentes formas: Una aceptación pura y simple por la cual el heredero responde ante todos los bienes, deudas y responsabilidades del fallecido, también con sus propios bienes; o la aceptación a beneficio de inventario, por la que el heredero responde de las deudas del causante hasta donde alcance el patrimonio hereditario. Eso sí, elegir esta última opción (más segura para el heredero) tiene unos costes extra para poder hacer una valoración de los bienes, derechos y obligaciones.

En caso de que algún heredero no se pronuncie respecto a la herencia se considerará que la acepta, con las ventajas e inconvenientes que procedan

¿Y si algún heredero no muestra interés y 'pasa' de la herencia, bloqueando el sistema de partición? La ley marca que transcurridos 9 días de la muerte de la persona que deja la herencia, otro de los herederos puede requerir al ausente ante notario y dispondría de un plazo de treinta días naturales para aceptar o repudiar la herencia. En caso de no encontrar respuesta se consideraría que acepta la herencia de forma simple y pura.

La principal consecuencia de la aceptación de una herencia es la sucesión del heredero en todos los bienes, derechos y obligaciones del difunto. Los expertos aclaran que antes de recibir una herencia es necesario llevar a cabo una serie de gestiones. Después de aceptar la herencia habrá que liquidar el Impuesto de Sucesiones y si tan solo existen cuentas bancarias o bienes no inscribibles, bastará con firmar un documento privado entre los herederos, acreditando el fallecimiento y la condición de herederos, mediante el certificado de defunción, el certificado de última voluntad y el testamento o la declaración de herederos, si el fallecido no lo hubiera hecho".

Renunciar a la herencia

Una herencia no siempre es sinónimo de beneficio económico, porque al aceptar los bienes, el dinero o las propiedades, también se aceptan las cargas y las deudas que vengan adosadas. Si a eso le añadimos el famoso impuesto de sucesiones en algunos territorios de España, rechazar una herencia está ganando cada vez más adeptos, más allá del sentimentalismo que debe producir un acto como ese. En 2021 las renuncias a herencias se dispararon, llegando al 15% en el primer semestre.

¿Por qué debería renunciar a mi herencia y cómo? La principal causa son las deudas pero también se puede hacer por solidaridad con otros herederos en peor situación económica que tú, o por no poder hacer a los impuestos que deben abonarse para poder aceptar la herencia, como el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones o la plusvalía municipal. 

Para decir no a una herencia como norma general bastará con comparecer en notaría y renunciar

Para decir no a una herencia como norma general bastará con comparecer en notaría y renunciar. A partir de entonces el proceso de repartición se llevará a cabo entre los herederos que hayan aceptado la herencia, tanto de forma simple como a beneficio de inventario. Sea como fuere, lo que debe quedar claro es la importancia de contar con profesionales expertos para evitar riesgos en la gestión de la herencia