Biología

El porqué del tamaño del pene de los hombres

  • La anatomía física de la mujer ha sido determinante en el tamaño del pene del hombre. Un investigador de la Universidad de Alcalá explica este proceso de historia y consecuencias

Cinta métrica. El porqué del tamaño del pene de los hombres

Cinta métrica. El porqué del tamaño del pene de los hombres / EL DÍA

Los seres humanos somos seres bípedos. La bipedestación se caracteriza por la capacidad que tienen algunos animales para andar sobre las dos extremidades inferiores. La evolución de la locomoción bípeda ha tenido consecuencias dolorosas para la madre a lo largo de la historia. El neonato ha pasado a convertirse en un consumado contorsionista y la anatomía del padre ha sufrido también cambios.

Manuel Peinado Lorca, Catedrático de la Universidad de Alcalá, ha elaborado un estudio sobre el proceso evolutivo y la locomoción bípeda para el medio The Conversation. El experto informa que, en las hembras, la vagina se abre en la parte posterior del cuerpo y se dirige hacia el interior en un plano horizontal, algo inclinado hacia abajo. Explica que, esta posición facilita el fácil acceso a los espermatozoides hacia el fondo en dirección al cuello del útero, (casi en completa dirección horizontal) hasta el óvulo.

El camino por la vida continúa cuando la hembra de un simio está receptiva y el macho se aproxima por la espalda. Una vez el macho insemina a la hembra, ésta puede deambular sin perder el semen depositado en la vagina. Cuenta el profesor, que lo que diferencia a los cuadrúpedos, es que al andar a cuatro patas, el riesgo de que el fluido seminal resbale desaparece

Recorrido que han de realizar los espermatozoides hasta alcanzar el óvulo. El dibujo está hecho en un solo plano, pero téngase en cuenta que el útero se dispone perpendicularmente a la vagina. Recorrido que han de realizar los espermatozoides hasta alcanzar el óvulo. El dibujo está hecho en un solo plano, pero téngase en cuenta que el útero se dispone perpendicularmente a la vagina.

Recorrido que han de realizar los espermatozoides hasta alcanzar el óvulo. El dibujo está hecho en un solo plano, pero téngase en cuenta que el útero se dispone perpendicularmente a la vagina. / The Conversation

El que fue el mecanismo universal de reproducción hace unos 7 millones de años, asegura Manuel Peinado, se trastocó con la llegada de la locomoción bípeda. Para conseguir esta nueva evolución humana, los huesos pélvicos, los músculos y la disposición de las vísceras que ocupan la oquedad pélvica sufrieron transformaciones.

En la oquedad pélvica del macho solo están alojados la vejiga, la próstata y los intestinos. En la de la hembra, además de estas vísceras (excepto la próstata), se ubica el aparato genital, que aumenta de tamaño durante el embarazo.

Mientras que la evolución a la marcha erguida no supuso graves consecuencias para la anatomía interna de los hombres, sí supuso la transformaciones del aparato genital femenino. El desplazamiento de la vagina y la modificación de la arquitectura de la pelvis generaron la actual posición abierta, hacia delante y dirigida hacia arriba del aparato reproductor femenino.

Las implicaciones de una nueva vagina vertical y el deambular erguido han sido factores influyentes para la evolución del pene, como así explica el investigador.

Si la Everest Marathon se antoja como una odisea a millones de corredores, el recorrido que los espermatozoides humanos hacen para alcanzar su objetivo supera los límites. Cada vez que un varón normal eyacula, produce entre cien y cuatrocientos millones de espermatozoides. Solo unos pocos privilegiados, serán capaces de acercarse a la proximidades del óvulo. Y sólo uno logrará fecundarlo.

Cadena de espermatozoides Cadena de espermatozoides

Cadena de espermatozoides

Uno frente a cuatrocientos millones. La razón para esta desproporcionalidad, dice el Catedrático, que se debe a que en la mujeres la vagina es vertical mientras que el cuello uterino conserva su disposición original horizontal. Esta complicada posición debe ser atravesada por los espermatozoides. El 90% no llegan a superarla. Los fluidos además contiene un pH ácido que actúa como espermicida muy eficaz. En la Grecia Clásica éstos llegaban a utilizarse como un viejo y peligroso método anticonceptivo.

Las peripecias de este veloz tropel seminal continúan cuando entra en contacto con el cuello uterino. Ahí, unas mucosas pegajosas atrapan a la inmensa mayoría de ellos. No sobrevivirán los más fuertes, sino los más inteligentes. Y estos, ahora deberán enfrentarse a las defensas inmunológicas que los reconocen como gérmenes extraños y que intentan aniquilarlos. Apenas un centenar, los más veloces y mejor orientados, logrará escabullirse para enfilar la recta final hasta las trompas de Falopio. En su interior, aguarda con espera el óvulo.

Ante tal exigencia, tal respuesta. Es decir, el ser humano ha acondicionado su anatomía física a las complicaciones que se le han ido presentando. Manuel Peinado, ha extraído como conclusión, que el semen acorta camino y se introduce lo más profundamente posible.

Es por tanto que, además de por causas a veces incontrolables, las hembras han sido (y son), la causa del alargamiento en tamaño del pene del hombre. Y aunque en ocasiones, el tamaño del pene del hombre no sea para tirar cohetes, este es bastante significativo si se compara con el de otros primates. Entre ellos, alégrese el hombre de no tener rivales

Gorila adulto y joven alimentándose Gorila adulto y joven alimentándose

Gorila adulto y joven alimentándose / MARTIN DIVISEK

No hay mejor ejemplo que el de los gorilas. Un animal de esta especie, adulto, pesa alrededor de doscientos kilos. Su pene en erección, no llega a sobrepasar los cinco centímetros. Es decir, un centímetro por cada cuarenta kilos de masa corporal. Un alivio para los hombres, que no deben desanimarse, si según estas referencias se pesan, miden y comparan. En los tiempos que corre cualquier esperanza es buena.

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