El cooperativismo, y más concretamente el farmacéutico, tiene una cultura, organigramas, procedimientos y fórmulas jurídicas muy especiales y alejadas de otras fórmulas que están marcadas por las exigencias de la cuenta de resultados y el beneficio económico. En una cooperativa, la principal finalidad legítima la constituyen los resultados para los socios en términos de servicios. Este modelo nace en los comienzos del siglo XX en nuestro país y también en toda Europa. En la actualidad, está demostrando que tiene plena vigencia, es un modelo que funciona y que se ha consolidado, tanto por la experiencia como por la capacidad de innovación y adaptación. En el caso de Bidafarma, una cooperativa floreciente en los inicios del siglo XXI con unos valores arraigados en el más fiel cooperativismo farmacéutico, una cooperativa honesta, leal, responsable y solidaria.
Hoy por hoy, la distribución cooperativa es el pilar que fundamenta todo el edificio del modelo español de farmacia. Este modelo se basa en que la farmacia es un establecimiento sanitario de interés público, sujeto a regulación en aras del acceso equitativo de la ciudadanía al medicamento y a otros servicios de salud de proximidad que prestan los farmacéuticos como profesionales de la salud expertos en el medicamento, con un papel eminentemente asistencial. Podríamos decir que la cooperativa es la retaguardia de la farmacia, que le permite dedicar todos sus esfuerzos a lo que mejor sabe hacer: atender a los pacientes.
Bien es verdad que los resultados económicos son imprescindibles para la viabilidad del modelo, sin embargo, está subordinado a la contribución al progreso de la farmacia en beneficio de la salud de las personas. Y para conseguir este fin, Bidafarma está encaminada a ganar tamaño y fortaleza que permitan proteger una farmacia asistencial e independiente. Bidafarma tiene ámbito nacional y una clara vocación de servicio y cercanía al farmacéutico. Con una facturación que ronda los 2.500 millones de euros anuales, posee alrededor del 22% de cuota de mercado nacional, por lo tanto, somos el segundo operador del país. Atendemos a más de 10.000 farmacias de las 22.000 que existen en todo el país y lo hacemos a través de más de 600 rutas de distribución con dos repartos diarios.
Las rutas de distribución de medicamentos cuentan con dos repartos diarios.
En Cádiz somos primeros en el ránking provincial con una facturación superior a los 251 millones de euros anuales y una cuota del 79%. La farmacia gaditana tiene en Bidafarma el mejor aliado: tres almacenes de distribución, en tres puntos muy importantes de la provincia, Palmones, Puerto Real y Jerez de la Frontera. Generamos 100 empleos directos y alrededor de 50 indirectos entre los que se encuentran los repartidores que atienden 37 rutas de distribución. Con todo, llegamos al 100% de los pueblos de la provincia con dos servicios diarios, debido al acceso equitativo que mencionábamos todo paciente de Cádiz tiene un acceso cercano a una farmacia con servicio de Bidafarma.
Sin abandonar los valores intrínsecos de las cooperativas farmacéuticas, somos referentes en innovación, con el despacho automatizado, la tecnología informática más avanzada, y los servicios más novedosos adaptados a las necesidades cambiantes tanto de las farmacias como de los pacientes. Todo ello garantiza el óptimo servicio diario a nuestros socios.
Las instituciones sanitarias también tienen un aliado en Bidafarma, siempre pueden contar con la cooperativa para desarrollar proyectos conjuntos que pongan en valor la integración de nuestros servicios logísticos con los centros del sistema sanitario contribuyendo a que nuestro modelo de distribución también beneficie al Sistema Sanitario Público, aportando eficiencia en la cadena.
Bidafarma apuesta por la farmacia asistencial. Facilita y genera herramientas y servicios relacionados con la formación científica y técnica del farmacéutico. Desde el área de Innovación y Proyectos Sanitarios, cumple el objetivo de facilitar a la farmacia la implantación de servicios relacionados con la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad y consolidar al farmacéutico como profesional sanitario cercano y de primera elección para el ciudadano.
En Bidafarma entendemos que primero es la salud de las personas y después todo lo demás, esto requiere un esfuerzo añadido que nos impone un reto: el de la innovación permanente, el de la creatividad continua, el de la inteligencia aplicada a la búsqueda de la excelencia. Nosotros somos cooperativa y somos farmacia. Somos la herramienta que hace posible que lleguen todos los medicamentos a todas las farmacias en iguales condiciones y, por lo tanto, a todos los pacientes allí donde los necesiten, y hace una apuesta firme por la farmacia asistencial. Apuesta por el desarrollo viable de una profesión que aporta salud de proximidad a toda la sociedad. No se me ocurre nada más necesario para fijar el rumbo de la farmacia en el siglo XXI que defender a las cooperativas farmacéuticas íntegras frente a cualquier otro modelo.
