Innovación y logística

Huella hídrica H3: Optimización del agua como ventaja competitiva

  • Francisco Guillén / Gerente de Proyecta Ingenio

La certificación H3 es una herramienta para que los productores puedan optimizar el uso del agua de riego.

La certificación H3 es una herramienta para que los productores puedan optimizar el uso del agua de riego.

Francisco Guillén. Francisco Guillén.

Francisco Guillén.

Es por todos conocido que las zonas de cultivos de invernadero de la provincia de Almería son de las zonas con menor pluviometría de Europa.

Obviamente, este hecho no es reciente y viene dado por la ubicación geográfica y por el hecho de contar con la Sierra de Gádor y Sierra Nevada que actúan de escudo frente a las borrascas que provienen del oeste y que hacen que, cuando los frentes pasan dichas sierras, se encuentren ya debilitadas haciendo que el clima sea muy homogéneo, con temperaturas suaves durante gran parte del año y haciendo que Almería cuente más de 3.200 horas de sol al año.

Con esta descripción, puede parecer que se dan las circunstancias ideales para la práctica de cultivos, pero esta benevolencia en el clima viene acompañada también de una escasez de agua que hizo que durante muchos años el uso de las tierras para cultivos fuera testimonial y utilizadas principalmente para la subsistencia.

Si bien desde principios del siglo XX ya era conocido que existía agua en el subsuelo del Campo de Dalías, no fue hasta aproximadamente 1960 cuando se empezó a contar con tecnología suficiente como para extraer el agua de la profundidad a la que se encontraba.

La población que habita zonas áridas suele adoptar unas pautas de conducta orientadas al uso mínimo de este recurso y valoran mucho su disponibilidad en el tiempo, por lo que, desde los inicios de la producción en invernadero, la optimización del uso del agua ha sido uno de los elementos más importantes. Los sistemas de enarenado y el riego por goteo se extendieron rápidamente de forma que la eficiencia del consumo del agua aumentó de manera significativa.

El desarrollo tecnológico de los sistemas de riego por goteo a lo largo de los años ha evolucionado de una forma relativamente lenta. Sin embargo, en los últimos años el desarrollo de la tecnología informática y de comunicaciones ha generado un salto cualitativo en estos sistemas de riego. Ahora se está generalizando el uso de sensores de humedad del suelo y otros sensores ambientales que toman datos en continuo y que son tratados por programas informáticos que realizan la interpretación del momento idóneo de realizar el riego gestionando tanto el tiempo como la cantidad de agua aportada al cultivo. El desarrollo de esta tecnología está mejorando continuamente haciendo que el riego sea cada vez más eficiente, a la vez que su uso se está extendiendo rápidamente entre los productores que ven cómo estos sistemas suponen una disminución en el consumo de agua manteniendo, e incluso mejorando, las producciones y que a la par esta disminución en el consumo conlleva aparejada una disminución de costes que mejora su competitividad.

A día de hoy, no es raro ver a agricultores que desde su móvil consultan los datos aportados por los sensores y que desde el mismo teléfono pueden activar y desactivar el sistema de riego. Incluso los productores pueden indicar pautas de activación/ desactivación del sistema de riego de forma que se inicie y se pare de forma automática en función de la información facilitada por los sensores.

El buen hacer histórico que los productores almerienses han realizado a lo largo de los años, así como los grandes avances que se están consiguiendo, no ha sido hasta ahora suficientemente detallados, cuantificados y comunicados como se merece.

La mayoría de las certificaciones de calidad se basan en unos mínimos exigibles a los productores para garantizar el suministro de productos sanos, saludables y seguros. Sin embargo, en los últimos 5 años estas certificaciones están ampliando su rango de exigencias para incluir más aspectos ambientales.Cada vez más se escucha el término de “Huella Hídrica” de los productos. Para la realización de estos cálculos existen metodologías genéricas aplicables a multitud de productos y servicios. Sin embargo, las actividades de producción agraria cuentan con multitud de factores diferenciadores y que no son tenidos en cuenta por estas metodologías genéricas.

Con el objetivo de adaptar la metodología existente de cálculo de huella hídrica a la producción agrícola, y siguiendo con las pautas establecidas por la Water Footprint Network, se creó un Grupo Operativo constituido por las empresas Wise Irrisystems, Proyecta Ingenio, Caparrós Nature, COEXPHAL y la UAL. Este Grupo Operativo desarrolló un proyecto de investigación durante 2 años en el que se establecieron dos hitos importantes:

-Establecer una metodología basada en:

1-El conocimiento de la capacidad de retención de humedad del suelo.2-Captura de los datos necesarios para el proceso de toma de decisiones.3-Análisis de la información y ejecución de directrices de riego.

-Desarrollar una metodología de cálculo de la huella hídrica específica para productos agrícolas.

Como resultado de este proyecto de investigación, nació la certificación H3 que pretende ser una herramienta para que los productores puedan optimizar el uso del agua de riego y que a la vez les facilite la divulgación de una ventaja competitiva con la que cuentan por el uso ya de por sí eficiente del agua. Los productores certificados a través de H3 cuentan con un valor de Huella Hídrica que además es comparable con otros productores. En el certificado emitido se indica tanto la huella hídrica del productor como la media obtenida por el resto de productores certificados, de forma que los agricultores puedan contar con una referencia objetiva acerca de su eficiencia en el uso del agua de riego.

Pero no todo son elogios al uso de agua en el campo almeriense. Existe un problema de disponibilidad de agua que debe ser solucionado en un corto o medio plazo. Aunque la tecnología de desalación ha avanzado mucho en los últimos años y su impacto ambiental es mucho más reducido, es importante explorar otras alternativas. Hay que resaltar que Cajamar ha creado una Incubadora de Empresas de Alta Tecnología en Agua que sin duda va a ayudar a que en breve la producción agrícola cuente con alternativas innovadoras que aumenten la disponibilidad de agua para riego.

A modo de conclusión, el agro almeriense realiza un uso del agua de riego de los más eficientes del mundo y existe una certificación que puede ayudar en la difusión de este hecho.Pero no hay que dejar de lado el hecho de que hay que buscar soluciones a la disponibilidad de agua, y para esto es necesario que se impliquen todas las entidades que, de alguna o de otra manera, participan en este sector.

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