AGRICULTURA

El campo de Níjar, ejemplo de la agricultura 2.0

  • Más de la mitad de las 6.000 hectáreas de producción del municipio pertenece a cultivos ecológicos certificados con los más exigentes estándares

En Níjar se producen tomates de todos los tamaños y colores

En Níjar se producen tomates de todos los tamaños y colores / Carlos Barba / EFE (Níjar)

"Hoy Níjar tiene cimientos, creemos en lo que podemos conseguir y tenemos las herramientas para hacerlo. Creo que esa es la verdadera base de nuestro modelo, el de la agricultura 2.0". Son palabras de la alcaldesa de Níjar, Esperanza Pérez. La localidad nijareña ha experimentado un plausible crecimiento en todas sus facetas en los últimos años, destacando el pilar agrícola. En este sentido, sobresale la última edición de Expolevante Níjar, con más de 17.000 metros cuadrados de muestra.

El tomate ocupa casi el 30% de la superficie de cultivo, seguido de cerca por el calabacín; tras ellos, productos como pepino, pimiento, berenjena y todo un abanico de complementos que facilitan a las grandes cadenas sus programas anuales. Además, reina en la campaña de verano con una sandía de origen reconocido, a la que sólo le falta una indicación geográfica que lo certifique. El Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, uno de los principales atractivos turísticos del sur de Europa y que retroalimenta la imagen del propio sector, da un valor diferencial a la agricultura nijareña, que aprovecha las condiciones naturales, que se suman al excelente trabajo realizado en el municipio. Para seguir avanzando su gran baza de futuro inmediato es la llegada de la alta velocidad a la provincia de Almería, que tendrá en el campo de Níjar su muelle de carga con el Puerto Seco. Son 175 hectáreas de centro logístico que generarán un puente ferroviario directo con los mercados de Centroeuropa, y que dará al sector 2.0 de la agricultura almeriense el marchamo de la plena competitividad.

El consistorio aprueba constantemente nuevas licencias para instalaciones agrícolas

Níjar tiene 6.000 hectáreas de producción, en las que más de la mitad son cultivos ecológicos certificados con los más exigentes estándares, precisamente porque sus productos acaparan los estantes de los supermercados y cadenas más especializadas. "No somos los que más sabemos, pero sí quienes más claro tenemos dónde puede llegar nuestro territorio. ¿Es muy diferente de como se ha hecho en otros lugares? Si ideamos estrategias que no nazcan de un total consenso en el que no sólo interviene lo propiamente agrícola como lo conocemos, sabemos de antemano que no llegaremos allí donde queremos, donde todos quieren, y ese todos implica consenso sí o sí", continúa la alcaldesa de Níjar, municipio en el que pleno tras pleno municipal se aprueban nuevas licencias para instalaciones de almacenes agrícolas, grandes semilleros de proyección nacional e internacional o segregaciones para nuevos cultivos.

La alcaldesa defiende que si la agricultura no tiene un plan en el que participe todo su entorno, no será capaz de aprovechar todas sus potencialidades. "Es como un equipo de fútbol que juega en torno a la figura de un gran delantero, ese de quien sabes que por sí solo puede hacer gran parte del trabajo. Pero si el resto de la plantilla no cree en ello, en que el beneficio será igual para todos, aunque los mayores méritos se los lleve esa estrella, el equipo, el conjunto, no funciona. Y si no lo hace, obviamente la estrella tampoco brilla. Si llevamos este ejemplo al terreno práctico, nos encontramos con que, sin valores como humildad, consenso y espíritu de sacrificio, pocos objetivos puedes alcanzar, porque tarde o temprano te faltará eso que lo sustenta todo, los cimientos. Hoy Níjar tiene cimientos, creemos en lo que podemos conseguir y tenemos las herramientas para hacerlo. Creo que esa es la verdadera base de nuestro modelo, el de la agricultura 2.0", argumenta la regidora de una localidad en la que la agricultura es un ejemplo en todos los sentidos.

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