Eduardo Quiroga | Oncólogo pediátrico

“Es emocionante ver cómo los niños sobrellevan el cáncer y la pandemia”

Eduardo Quiroga, especialista en oncología pediátrica.

Eduardo Quiroga, especialista en oncología pediátrica. / Juan Carlos Muñoz

Eduardo Quiroga, oncólogo pediátrico natural de Sevilla, se dedica en cuerpo y alma a los niños que sufren cáncer, con una sensibilidad e implicación que van más allá de las funciones propias de un médico. Su trayectoria está vinculada al Hospital Infantil Virgen del Rocío y a la oncología pediátrica. Tras formarse durante un año en Madrid impulsó, hace algo más de un lustro, la creación de una unidad de cuidados paliativos pediátricos. Participa en actos benéficos como es la carrera Tus Kilómetros nos dan Vida, en Sevilla; o La Huella de Álex, que se celebra en Cantillana.

–¿Cómo viven la pandemia los niños con cáncer?

–Los niños son auténticos maestros. Son capaces de sobrellevar situaciones que afectan mucho a la vida. Por una parte, todas las circunstancias de la pandemia (las normas de aislamiento y uso de mascarilla); y por otra parte, el cáncer y los tratamientos. Felicito y doy mi enhorabuena a los niños. Es emocionante ver cómo son capaces de sobrellevar situaciones que para un adulto son más difíciles de soportar.

–¿Y lo especialistas?

–En el confinamiento nos tuvimos que organizar en dos grupos trabajando desde casa unos; y otros en el hospital, en un ambiente de tensión. Pero hay que tener en cuenta que los oncólogos pediátricos no nos hemos visto muy afectados por la pandemia porque los niños se infectan muy poco. Aunque sí nos hemos visto afectados por tener que trabajar con mascarillas, y no poder ver sus caras; ni ellos a nosotros.

–Los niños enfermos necesitan cariño.

–A causa de la pandemia no se puede besar, ni coger, ni abrazar. Ni a los niños ni a los padres. Soy mucho de abrazar para confortar. Hemos aprendido a atenderles sin abrazos; hemos aprendido a no hacerlo. Es una cuestión antinatural cuando se trabaja en oncología pediátrica.

–¿Y las familias?

–El cáncer en la infancia es una noticia devastadora, y ahora se le suma un ambiente muy duro marcado. Todo lo que rodea a la pandemia, situaciones de tristeza, incertidumbre... Es bastante costoso para las familias.

El doctor Quiroga, junto a la pequeña Leire. El doctor Quiroga, junto a la pequeña Leire.

El doctor Quiroga, junto a la pequeña Leire. / R. D.

Hemos aprendido a atender a los niños sin abrazos y sin besos, pero es antinatural en oncología pediátrica”

–El sistema sanitario, y todas las administraciones, están centrados en controlar el Covid-19, ¿cómo afecta a otras áreas de la salud que también son prioritarias como oncología infantil?

–Ahora todos los recursos están destinados al Covid. En el Hospital Infantil realmente no está afectando mucho la pandemia porque ha habido muy pocos casos de niños ingresados por Covid.

–Las teleconsultas, ¿han tenido algún impacto?

–Al resolverse muchos casos por teléfono en Atención Primaria, sí hemos tenido algún caso de diagnóstico más tardío. La asistencia se ha visto mermada por la sobrecarga de las llamadas telefónicas en las consultas pediátricas en Atención Primaria.

–¿Ha afectado a otras áreas de la planta de oncología?

–La escuela de oncología es muy importante para los niños. Esta escuela, donde está la profesora Ana con los niños, ha permanecido cerrada durante meses. Y los niños, en las habitaciones sin poder ir por los pasillos. Antes de la pandemia organizábamos pasacalles, y cosas improvisadas. Desde marzo no han podido venir personas que hacían magia para los niños, ni payasos... muchas actividades para los niños no se han podido desarrollar.

–¿Algunos procesos médicos afectados?

–Cada vez que un niño de oncología llega con fiebre o acude a urgencias tiene que hacerse la prueba del Covid, que es molesta. Hay niños que han acumulado pruebas Covid que son especialmente molestas. Ellos han sufrido muchos test por el coronavirus.

–Y, ¿las Navidades?

–En Navidad, antes, organizábamos un Belén viviente, venía la tuna, el cartero real... este año no ha podido ser.

–Los voluntarios de Andex también han organizado, año tras año, muchas actividades para los niños.

–Los voluntarios de Andex de los niños son jóvenes que van sábados, domingos, por la mañana, por la tarde... algunos se han colocado incluso disfrazado tras las ventanas para tratar de hacer reír a los niños. Miramos el futuro con esperanza.

–Si estuviera en sus manos, ¿qué haría para mejorar la asistencia en su área?

–Es fundamental la creación de una zona de ocio o para hacer ejercicio; así como lo que está haciendo la asociación Andex, como es construir una planta para los adolescentes.

–¿Qué puede suponer para un niño enfermo no acudir al hospital por el miedo de sus padres a la infección?

–Muchos padres nos han llamado porque no querían venir al hospital y hemos tenido que convencerles para que vinieran a revisiones o tratamientos muy necesarios. Hemos resuelto todo lo posible por teléfono pero para tratamientos y pruebas, es necesario venir al hospital. No queremos que ningún paciente pueda ver mermada la atención por el miedo.

–¿Consejos para padres?

–Recomiendo a los padres seguir viniendo a los controles y a los tratamientos respetando el uso de la mascarilla, la distancia prudente, etcétera. Hay que seguir la vida. Antes de la pandemia, algunos padres ya tenían a sus hijos en una burbuja por tener cáncer. Siempre les recomiendo que pueden salir, pueden tomar el sol, pueden jugar... Ahora, con el Covid, hemos tenido verdaderos enclaustramientos. El aislamiento radical de un niño puede afectar a su salud mental. Siempre recomiendo que hay que seguir las recomendaciones de las autoridades (distancia, mascarilla...) manteniendo la normalidad en la medida de lo posible.

–En los casos terminales, ¿están cubiertos los cuidados paliativos en niños?

–Sí. Hemos abierto la mano para que los niños, cuando les quedan pocos días de vida, puedan estar acompañados por sus padres y sus abuelos.

–¿Cómo ven el futuro?

–Con optimismo , por la vacuna. El panorama va a cambiar, en el periodo de seis meses. Lo que queda es mejorar.

–Forma parte de las carreras solidarias, ¿cómo ha sido esta edición?

–Este año ha sido online, y solo hemos recaudado una tercera o cuarta parte de lo que conseguimos el año pasado, pese al esfuerzo. La próxima carrera solidaria será en octubre del próximo año 2021.

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