políticas sociales | limitaciones y deficiencias del actual albergue municipal

El Ayuntamiento busca ubicación para un nuevo centro de acogida

  • El centro duplicará las plazas actuales, que son 15

  • Se construirá en una parcela municipal

  • Constará de unidad de emergencia, residencial de media estancia y residencial para familias

La Concejalía de Políticas Sociales e Igualdad del Ayuntamiento de la capital trabaja para que Huelva cuente con un centro de atención a personas sin hogar que esté adaptado a la normativa y que dé respuesta a las necesidades de la población. Para lograr este reto, en estos momentos el Consistorio busca ubicación (será en una parcela municipal) y se afana en la captación de subvenciones, toda vez que el centro actual, ubicado en la calle Periodista Luca de Tena, presenta serias deficiencias en varios aspectos.

Según explica la edil responsable, Alicia Narciso, este año por vez primera se ha captado una ayuda proveniente de la dirección general de políticas migratorias para mantenimiento y construcción de albergues y espacios para atención a colectivos de inmigrantes que servirá para la adquisición de colchones y camas. Además, el año que viene habrá más dinero de Europa. De este modo, la previsión pasa por que el próximo año arranque la primera fase del proyecto.

El acceso a subvenciones centra el trabajo para que en 2018 se inicie la primera fase del proyecto

La concejala precisa que el albergue actual cuenta con 15 plazas, un número insuficiente para la ratio de personas que viven en Huelva y que no da respuesta a las necesidades que presenta la ciudad que, además, cuenta con una característica que no tienen otras capitales de provincia andaluzas: Huelva es ciudad de paso para las campañas agrícolas, como sucede con Jaén y Almería.

"Hay momentos estacionales a lo largo del año, como los inicios de la campaña agrícola, que nos han dejado en la retina imágenes como la de gente durmiendo en las estación de autobuses. Esto sucede, por ejemplo, porque llegan autobuses a las doce de la noche de población inmigrante que encadena campañas y que vienen de Jaén. Al no haber alojamiento, -ni albergues especiales o unidades residenciales- se quedan allí", explica Narciso.

En segundo lugar, la otra deficiencia importante es que el albergue municipal no está adaptado a la normativa de los centros asistenciales o de los centros de atención a personas sin hogar. La edil lo sabe de primera mano porque, según asegura, trabajó en esta infraestructura como auxiliar de servicios sociales antes de desembarcar en el Ayuntamiento. Así, conoce desde dentro cómo se mueve todo y las dificultades que tienen los trabajadores que están allí en materia de seguridad. El servicio, tal y como indica, se presenta mediante la licitación a una empresa externa y hay dos trabajadoras municipales: una auxiliar administrativa y la trabajadora social, que es la responsable del centro.

Este albergue municipal cuenta con un reglamento correspondiente a un centro transeúnte (está catalogado de este modo, si bien este concepto ya no existe). Eso hace que, por norma, los usuarios no puedan pernoctar más de tres días. Sin embargo, Narciso explica que en aquellas ocasiones y situaciones de especial necesidad, se autoriza una estancia mayor.

"Por ejemplo, un señor de 67 años que estaba en la calle con un problema de enfermedad y dependencia importante se ha llevado un año en el albergue hasta que se le ha encontrado plaza en un centro de ancianos. Lo hacemos en situaciones de especial necesidad, aunque el albergue es un centro de transeúntes", señala.

Este centro, de todos modos, no desaparecerá cuando se construya el otro, si bien se estudiará qué tipo una unidad residencial pasa a ser. Así, Narciso apunta que en la capital hay numerosas deficiencias en centros residenciales y de unidades en muchas materias. Por ejemplo, en drogodependencia. Porque aunque Proyecto Hombre o Arrabales desempeñan su labor, "a veces les faltan plazas, en especial hay muy pocas plazas para mujeres drogodependientes". Ese centro, por lo tanto, seguirá en funcionamiento, ya que "hay importantes necesidades que cubrir".

El futuro centro de acogida se ubicará en una parcela municipal y contará con tres unidades. En primer lugar, una unidad de emergencia para cubrir las necesidades que surgen tras situaciones como inundaciones o incendios. En segundo lugar, una unidad residencial de media estancia, en la que se abordará un proceso de inserción sociolaboral con un mínimo de tres meses de estancia. Y en tercer lugar, una unidad residencial de familias para afrontar situaciones de desahucio, por ejemplo.

Esos serán los tres planes de trabajo y la idea del Ayuntamiento es que las plazas actuales se doblen, de modo que alcancen un total de treinta.

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