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Una desconocida Carolina Marín no pasa de la segunda ronda y dice adiós a Dinamarca

Carolina se despide de Dinamarca mucho antes de lo previsto.

Carolina se despide de Dinamarca mucho antes de lo previsto. / Bádminton Photo

Carolina Marín no atraviesa por un buen momento. Quedó claro hace unas semanas en Canadá, un torneo súper 100 (de muy baja categoría, donde no estaban las mejores del mundo) en el que no llegó a la final, y lo acaba de confirmar ahora en el Open de Dinamarca (súper 750, uno de los grandes del Circuito Mundial). La onubense se ha despedido en la segunda ronda al perder contra pronóstico con la china Han Yue, de 22 años de edad y 19 del mundo, por 15-21 y 20-22 en 46 minutos.

La próxima semana tendrá una nueva oportunidad de cerrar el año con buen sabor de boca; juega el Abierto de Francia (también súper 750, con las mejores del mundo), donde tendrá que mejorar su juego si quiere tener opciones de victoria y volver a ser la que era.

A Carolina le costó mucho entrar en el partido y esa circunstancia resultó clave en la primera manga; más por fallos propios que por aciertos ajenos se vio con un 1-6 nada más comenzar el duelo. A la ex número uno del mundo se le notaba imprecisa y a Han Yue le bastaba con buscar el intercambio de golpes hasta que llegara el error de la española (3-9), llegándose al intermedio con el primer set muy cuesta arriba para la onubense (5-11).

El descanso no le sentó bien a la cabeza de serie número 4 del torneo, que veía cómo una y otra vez se le marchaban los golpes (6-14). Con el set prácticamente perdido empezó a dar muestras de su calidad y un parcial de 4-0 dejó abierta una puerta a la esperanza (10-14).

A partir de ahí llegaron momentos de igualdad que beneficiaban los intereses de la asiática (13-17), cerrando Han Yue el primer asalto a su favor por 15-21 en 17 minutos. “Confía en que no vas a fallar tanto a partir de ahora” le comenta su entrenador en el breve descanso.

Carolina Marín no podía permitirse comenzar el segundo set como lo hizo en el primero, y desde el inicio jugó con más agresividad, más concentración, superando ahora sí a una rival que ya no tiene los ‘regalos’ de Carolina (6-2). Cuando más fácil lo tenía, deja que la volantista china tome la iniciativa, pase al ataque, y cinco errores no forzados prácticamente consecutivos le dan la vuelta al marcador (10-11).

El encuentro se iguala (12-13) y Carolina juega ya sin red, no se puede permitir más fallos. Cada punto empieza a ser de oro (18-18) y se llega a uno de esos finales igualados que suele llevarse la onubense… si está bien, pero no lo está. En el momento de la verdad Carolina se pone por delante (19-18), la china responde y dispone de un punto de partido (19-20) que no aprovecha. La onubense salva la primera situación comprometida, pero no la segunda, perdiendo por 20-22 y despidiéndose así con un amargo sabor de boca de Dinamarca, un país que le trae muy buenos recuerdos (allí logró su primer Mundial en 2014 y su primer Europeo en 2017), pero donde ha confirmado que todavía tiene que mejorar para volver a estar entre las mejores.

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