Una carta firmada por el presidente y el secretario del Consejo de Cofradías está llegando estos días a los abonados afectados por la reducción de sillas en la calle Sierpes, considerada desde hace años como un "avispero" y donde ya se efectuaron recortes menores en años anteriores para, al menos, ensanchar las vías de evacuación. Hay misivas que comunican la supresión de dos y hasta de cinco sillas al mismo abonado. Se deja claro que la medida cuenta con el apoyo de las administraciones públicas y se reconoce el perjuicio, aunque se justifica por una sola razón: ""Sentimos profundamente las molestias que puede ocasionarle esta situación, que se debe solo y exclusivamente a motivos de seguridad pública" .  

El inicio de la misiva, con fecha de finales de la primera quincena de este diciembre, reza así: "Con motivo de los necesarios reajustes en la carrera oficial y por imperativo exclusivo de seguridad, tras los problemas de orden público que vienen acaeciendo y la situación de la patente seguridad inexistente en el tramo de la calle Sierpes, nos vemos obligados, de conformidad asimismo con las administraciones públicas encargadas de la misma, a reordenar y ajustar el aforo de la calle Sierpes a partir de la próxima Semana Santa del año 2023". 

Detalle de la carta remitida a uno de los abonados afectados de Sierpes.

Y a continuación comunica la decisión: "Como consecuencia de ello se han visto afectados determinados sectores de la referida calle Sierpes en los que se procederá a suprimir un determinado número de sillas. Entre ellas, lamentablemente, se encuentran las que usted ha venido ocupando mediante abono los últimos años". Tal como anuncio el Consejo, se deja abierta una posible alternativa para los afectados: "No obstante se le intentará reubicar en los asientos disponibles con que cuenta este Consejo en cualquiera de los sectores de la carrera oficial, lo que se efectuará en sorteo público ante notario en el mes de febrero y en fecha por determinar"

Serán 1.149 asientos los que se supriman del total de cinco mil que tiene Sierpes. El plan del Consejo contempla la eliminación de sillas en toda la extensión de la calle. Hay sectores con una sola fila y otros en los que se acumulan hasta seis. Para ello se va a establecer un pasillo central de tres metros de anchura para que los cortejos puedan discurrir con normalidad y comodidad. A ambos lados, se establecerán otros pasillos de 1,5 metros para instalar las sillas. Los asientos que se van a eliminar serán los que se sitúan más próximos a las fachadas, retranqueándose el resto para crear el pasillo central. No se instalarán vallas porque necesitarían de unos pasillos traseros para que los abonados puedan acomodarse, pero sí se busca una manera para evitar que las sillas queden fijas en su posición y no se invada el espacio dedicado a las hermandades. 

Entre diciembre y febrero, el Consejo va a elaborar un censo con todos los asientos que queden disponibles para reubicar a estas personas. Actualmente la institución dispone de 950 sillas que sortea cada año. En esta ocasión no será así. Se van a destinar en exclusivas a las personas que hayan perdido sus asientos. Estas sillas se disponen en toda la carrera oficial -desde la Campana a la Plaza de la Virgen de los Reyes-. Serán asignadas en un sorteo ante notario, pudiendo el abonado afectado quedarse con la silla que le toque o renunciar a ella, por lo que perdería definitivamente su derecho. El Consejo admite que tiene un déficit de asientos para recolocar a los abonados que salgan de Sierpes, pero confía en que queden más sillas libres en la campaña de renovación que comenzará tras la Navidad. Si no fuera así, se crearía una lista de espera y estas personas tendrían preferencia en los próximos años.