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Cádiz

Las corales gaditanas cumplen 25 años cantando a Santa Cecilia

La coral Canticum Novum, en un concierto en la Catedral de Cádiz.

La coral Canticum Novum, en un concierto en la Catedral de Cádiz. / Lourdes de Vicente

En el año 1996, un profesor del colegio de La Salle que cantaba en la coral Canticum Novum y al que le inquietaba la cultura musical, Manuel Villero, se percató de que Cádiz no celebraba la fiesta de Santa Cecilia, patrona de la música, y se decidió a poner fin a ese olvido. Se reunió con los directores de los grupos que entonces existían en la ciudad (el coro de San Francisco y la coral de la Universidad) y convenció también a un coro de San Fernando para crear la primera edición del Día de la Música Coral. “Cipriano (Meléndez, que era el presidente entonces de Canticum Novum) le dijo que era una locura, que no había dinero para eso; pero él se buscó el dinero y lo tenía todo pensado. Se celebró en San Lorenzo, la iglesia se llenó hasta el punto de que tuvieron que abrir las puertas y había gente hasta la acera de enfrente. Y en un momento del concierto, Cipriano le dijo: Manolo, esto tenemos que continuarlo”. Y este sábado se celebrará la 25 edición de este encuentro coral.

La actual presidenta de la coral gaditana Canticum Novum, María Verdugo, es la viuda de Manuel Villero; y a lo largo de estos años, especialmente desde que él falta (en 2007), ha mantenido el mismo empeño para que en noviembre los coros de Cádiz se reúnan y canten. Una labor que empezó en San Lorenzo, que casi se instauró en el Oratorio de San Felipe, que tuvo algún escarceo en extramuros (en templos como Santo Tomás), que se repitió varias ediciones en San Francisco y que este año acoge la Catedral, para conmemorar también los 300 años de la colocación de la primera piedra. “Será una celebración múltiple, por el aniversario de la Catedral, el del Día de la Música Coral y el de nuestra coral, que ha cumplido 35 años”, explica María.

Canticum Novum mantiene así viva una llama que hoy en día languidece con muy pocos grupos amateur creados en la ciudad y que se mantengan en activo. De hecho, el cartel este año se reduce a ellos y a Nova Mvsica, “que lleva participando en este encuentro junto a nosotros estos 25 años”, porque Virelay no podrá unirse este año al protagonizar el concierto incluido en la programación del festival de música Manuel de Falla este domingo, también en la Catedral, y la coral de la UCA “que ya trabaja en otros campos”. Se une el coro de la hermandad de la Vera-Cruz de San Fernando, que completa el cartel de esta 25 edición junto a la orquesta de cámara Campos Andaluces.

“La mayoría de los coros han desaparecido o ya no acuden a la cita”, lamenta María Verdugo al tiempo que recuerda nombres como Antares, Añil, Virgen del Patrocinio y otros grupos que durante años tuvieron actividad -y calidad- pero que han ido siendo vencidos por el paso del tiempo y otras circunstancias.

Primer encuentro de corales por Santa Cecilia, en 1996. Primer encuentro de corales por Santa Cecilia, en 1996.

Primer encuentro de corales por Santa Cecilia, en 1996.

De hecho, la propia coral Canticum Novum atravesó unos meses de incertidumbre a raíz del parón obligado por la pandemia. Pero en una reunión en la que se iba a decidir el futuro de la coral el director musical, Francisco José Cintado, tomó la palabra “y nos animó a seguir, aunque fuera para mantener un ensayo a la semana y no perder el contacto entre nosotros. Y ese cariño de Paco nos sirvió para seguir”, cuenta hoy una presidenta cuyos años y algún que otro achaque de salud no han podido hasta ahora con su vitalidad y las ganas de mantener la apuesta por la cultura musical gaditana. “Cada vez somos más mayores, pero seguimos celebrando nuestros conciertos, encuentros y demás actividades”, indica la presidenta, que en referencia al paso de los años en las filas de la coral destaca la figura de Paco Benítez, un profesor de Latín que suma ya 91 años y que cada semana acude a su ensayo con Canticum Novum. “Es su pasión”, reafirma María.

Esa pasión desinteresada y sincera por la música coral que han sabido mantener contra viento y marea, ante pérdidas cercanas y ante la mismísima pandemia hasta sumar 35 años de la fundación de su coral y 25 del encuentro que se celebra hoy a partir de las ocho de la tarde y que dedicarán especialmente a “aquellos de los nuestros que ya no están”. Como Manuel Villero, que se lanzó aquel 1996 a la aventura de Santa Cecilia.

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