Huelva

Una pequeña ciudad jardín con tintes británicos en plena capital onubense

Algunas de las casas del Barrio Obrero.

Algunas de las casas del Barrio Obrero. / Josué Correa (Huelva)

Una pequeña ciudad jardín con tintes británicos en plena capital onubense. La Barriada Reina Victoria, conocida popularmente como Barrio Obrero, es parte del legado inglés y una seña de identidad de Huelva. Declarada Bien de Interés Cultural (BIC), constituye un atractivo turístico de la ciudad y un espacio en el que vecinos y visitantes disfrutan de un remanso de paz en un entorno privilegiado, paseando entre sus calles enmarcadas por típicas casas inglesas, rodeadas por una frondosa arboleda, sumergiéndose, a través del conjunto arquitectónico, en la historia de Huelva.

Para abordar la historia de este barrio hay que remontarse al 14 de febrero de 1873 cuando se venden las minas de Riotinto a un consorcio británico y la Rio Tinto Company Limited comienza su explotación. Unos años después la compañía considera necesario construir viviendas para sus trabajadores en la capital onubense y adquirió para ello la huerta de San Cristóbal.

El primer proyecto de la barriada, redactado por los arquitectos municipales José María Pérez Carasa y Gonzalo Aguado, data de 1916 y comprendía setenta y un edificios de planta baja en forma de T. Posteriormente se contrató a P.H. Morgan, responsable del departamento de construcción de la Rio Tinto Company, que modificó y amplió el proyecto original, ya se había construido una manzana de cuatro edificios. Morgan unificó con tres el número de habitaciones en las viviendas e hizo veinte tipologías diferentes de fachada.

En 1919 se construyeron los 67 edificios restantes y en 1920, la casa del guarda, actualmente restaurada y convertida en cafetería. Se había previsto también un casino, un templete para la música y un cinematógrafo, que no se llegaron a realizar. En 1923 se proyectó otro tipo de viviendas, que se materializó en once edificios con dos viviendas en la planta alta y dos en la baja con acceso independiente, tres edificaciones con cuatro dúplex y dos con dos viviendas dúplex.

En un principio los obreros vivían en las casas en régimen de alquiler hasta 1987 que se le vendieron a trabajadores de la compañía y herederos. Con el paso del tiempo, algunos de ellos las vendieron a su vez a nuevos propietarios. Pocas viviendas mantienen su imagen original, la gran mayoría de los propietarios han realizado obras que han variado su estética, rompiendo con ello la imagen homogénea que debería presentar el conjunto arquitectónico.

Antiguos y nuevos vecinos conviven en un barrio con más de un siglo de antigüedad. Juan Serrano nació en 1945 en una de las casas del Barrio Obrero, en la vivienda de su tío, que trabajaba "en los talleres de la Rio Tinto". Serrano vivió en la barriada hasta que con catorce años de edad se trasladó a Pérez Cubillas. Hace veintidós años tuvo la oportunidad de adquirir un inmueble y regresó al Barrio Obrero. Su primo sigue residiendo en la casa del tío y todavía hay obreros de la Rio Tinto Company Limited viviendo en la barriada así como descendientes de los trabajadores.

Este vecino recuerda con mucha nostalgia su infancia y adolescencia, "son recuerdos muy agradables, jugábamos con las niñas al teje y al fútbol con los otros niños". Las calles eran entonces de tierra, "pasaban los carros del panadero, de la sal y de la sotera". Un gran despoblado separaba el centro de Huelva de la barriada, "todo era campo", sólo había algunas casas de planta baja en la zona del matadero. Al otro lado del barrio se encuentra la Huerta Mena, donde cuando se sembraban garbanzos "íbamos con una olla para recogerlos".

Según Serrano, el Barrio Obrero era "como un pueblo dentro de la capital", incluso hoy día algunos de los vecinos cuando van al centro de la ciudad siguen diciendo: "vamos para Huelva". Aún mantiene en la retina los lavaderos público que había en el lateral de la barriada. Estos desaparecieron cuando se construyó la calle Roque Barcia.

En este casi siglo de existencia, desde que se terminaron de edificar las últimas casas del barrio, el entorno ha sufrido una gran transformación y la barriada se ha urbanizado, las calles no son ya de tierra y se ha remodelado recientemente la circunvalación interior, la parte del acerado, pero quedan muchas actuaciones por realizar para incrementar la calidad de vida de los vecinos y potenciar la imagen de un Bien de Interés Cultural, con la categoría de conjunto histórico. 

La Barriada Reina Victoria forma parte del legado inglés pero también está muy vinculada a las tradiciones onubenses, es muy popular su Cruz de Mayo, y en sus calles se viven momentos emotivos de la Semana Santa con el paso de la Hermandad de la Victoria cada Miércoles Santo, historia y tradición se dan la mano en una barriada emblemática de Huelva.

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