Tras dos años congelada por la pandemia, la localidad de El Cerro de Andévalo, en pleno corazón de dicha comarca onubense, ha recuperado este fin de semana su tradicional romería dedicada a San Benito Abad, la más antigua de la provincia de Huelva y, sin duda, una de las que mejores estampas ofrece desde el punto de vista etnográfico.

Las danzas, los trajes, los cultos, las celebraciones, la gastronomía, y sobre todo una honda devoción marcan un festejo romero que se celebra a caballo entre el propio municipio y la aldea de los Montes de San Benito, donde se sitúa el Santuario del mismo nombre y donde los cerreños se reencuentran cada año con su venerado Patrón.

Se trata de una fiesta declarada de Interés Turístico de Andalucía, que cada año ofrece un auténtico viaje el tiempo que transporta a propios y extraños hasta la Edad Media dada su procedencia y la magnífica conservación de las tradiciones que la caracterizan y la hacen única.

Aunque la Romería de San Benito Abad de El Cerro de Andévalo empezó oficialmente en la jornada de este sábado, distintos actos previos marcan el calendario festivo, como por ejemplo el jueves anterior, con el vistoso Día del Lucimiento.

La tradición marca este día como el primero en que las Jamugueras y los Lanzaores visten sus trajes completos, que son mostrados a toda la población, y muy especialmente a los enfermos, familiares y personas que les han prestado joyas y ropas, siendo la tradicional vestimenta sometida al examen de los vecinos para corregir las posibles "faltas" antes de la Romería.

Justo antes de la procesión del Patrón, la Mayordomía invita a todos los presentes al tradicional caldo de San Benito

Tras el traslado del Estandarte desde la Casa Hermandad a la Iglesia Santa María de Gracia, dio comienzo una Misa Solemne, seguida del primer día de Triduo y del pregón anunciador de la Romería, que este año ha corrido a cargo de Francisco Javier Domínguez Rodríguez, y la actuación del Coro de la Hermandad de San Benito Abad.

El día siguiente, viernes, se ofició una Santa Misa, seguida del segundo día de Triduo y de la veneración de la reliquia del Santo Patrón San Benito Abad.

Ya en la jornada del sábado, el Mayordomo y la Mayordoma -este año Benito Mogedas Domínguez y Beni López Gento- las Jamugueras y los Lanzaores, emprendieron el camino hacia el Santuario de San Benito acompañados por los cerreños, a caballo o en carruaje, en un recorrido de más de cuatro horas cruzando dehesas de encinas y jaras, y campos de labranza y cereal, en medio de un paisaje mágico que por estas fechas la primavera tiñe de colorido.

La vestimenta de las Jamugueras incluye numerosas joyas

Los romeros partieron hacia el santuario desde la Plaza de España, una vez entregado el Estandarte de la Hermandad al Prioste. Posteriormente tuvo lugar la tradicional recogida de los Mayordomos, que en esta ocasión y de forma excepcional por la pandemia, lo son desde que en 2019 cogieron las Bandas de San Benito, aunque no ha sido hasta tres años después cuando han podido ejercer con normalidad su mayordomía.

La comitiva pasó, ya bien entrada la tarde, por los Montes de San Benito, antes de llegar definitivamente a la ermita coincidiendo con los últimos rayos del sol, donde se celebró el tercer día de Triduo, acompañado por el rezo del Santo Rosario en el Santuario y seguido del canto del Santo Dios por el Prioste de la Hermandad.

El Domingo de Romería, uno de los días más vistosos e intensos, los actos comenzaron desde bien temprano, con el recibimiento a primera hora de la mañana por parte de los Mayordomos a todos los romeros que llegan al Santuario, ofreciéndoles el tradicional dulce de membrillo, cidra y vino de pasas.

Posteriormente llegaron las confesiones, seguidas de una Santa Misa, la degustación del Caldo de San Benito, y finalmente uno de los momentos más esperados tanto por cerreños como por visitantes: la Solemne Procesión de la Imagen del Patrón San Benito Abad alrededor del Santuario en compañía de los Danzaores -que nunca le dan la espalda al Santo y que trenzan algunos de los pasos de su danza bajo el paso-, la Solemne Misa cantada por el Coro de la Hermandad, y la imposición de medallas a los nuevos hermanos.

Las Bandas de San Benito, que porta el Mayordomo, es uno de los elementos fundamentales de la Romería

Pasado ya el mediodía, el colorido se adueña del entorno del Santuario, donde un año más, como desde hace siglos, tuvo lugar el popular Baile del Poleo por la Mayordoma, las Jamugueras, los Silletines y los Lanzaores, acompañados por los toques de los tamborileros. El tiempo vuelve a detenerse en este preciso instante.

Los actos del domingo concluyen con el rezo del Santo Rosario y el canto del Santo Dios a última hora de la noche, así como como con la entrega de las Bandas de San Benito al Santo Patrón por parte de los Mayordomos, que terminan con su tradicional invitación a los romeros en el Patio de Caballos del Santuario, donde finalmente se esperó, de madrugada, la Salida de El Cristo.

La jornada da comienzo el Lunes de Romería con una Santa Misa a las 11:30 cantada por el Coro de la Hermandad, con el nombramiento e imposición de las Bandas al nuevo Mayordomo y con reparto de las tradicionales avellanas lanzadas a voleo. A las 13:00 se repite un año más la invitación de la Mayordomía vieja a la nueva, y a las 16:00 se procede a la salida desde el Santuario hacia El Cerro de Andévalo. A la llegada de la comitiva se procede a la invitación de vino español a todos los romeros en el Prado de San Sebastián, donde se hará la entrega del ramo y el Estandarte al Secretario de la Hermandad.

Los trajes de las Jamugueras detienen el tiempo en El Cerro de Andévalo estos días

Ya el 4 de mayo se celebrará el Miércoles del dulce. A las 17:00 será el reparto del dulce de membrillo, cidra y vino de pasas a todos los vecinos por las calles del pueblo. A las 22:00 el Baile del Poleo en la Plaza de España, con la Mayordoma, Jamugueras y Lanzaores; terminando con una copa de vino entre la Mayordomía saliente y la entrante.

El Baile del Poleo es otro de los elementos singulares de esta antigua Romería

Las fiestas concluyen con el Jueves del dulce, cuando a partir de las 18:00 se reparte el dulce en la aldea de Montes de San Benito, para cerrar los festejos definitivamente con el mejor broche de oro, al ritmo del Baile del Poleo.