La operación se inició en febrero cuando la Guardia Civil intercepto en la localidad de Los Gallardos, un vehículo de alquiler conducido por una persona ataviada con ropa de pintor, que transportaba ocultos, entre útiles de pintura para intentar eludir la acción policial, 54 paquetes con un peso de 27 kilos de cogollos de cannabis envasados al vacío.

Una vez que los agentes franquearon la puerta de las mismas, comprobaron como en su interior, había todo un sofisticado sistema de iluminación y regadío, que proporcionaba las condiciones óptimas para la prosperidad de los cultivos ilícitos.

La droga se cultivaba en el interior de una parcela en un complejo de naves de la localidad.

En esa misma vivienda de la calle Sierra de María de Almería, la Policía Nacional llevó a cabo dos operativos policiales contra el cultivo de marihuana en el año 2018, una en el mes de febrero y otra en el mes de julio.

Cada cultivo se encontraba abastecido por una “compleja instalación eléctrica”, neutralizándose los enganches ilegales a la red por técnicos de Endesa.

Dicho lugar había sido acondicionado con una “compleja” instalación de riego, que contaba con una cuba de gran capacidad, tras arrancar los olivos que había plantados allí.

Los agentes se trasladaron a la ubicación, un cortijo elegido por su dificultoso acceso que se realiza a través del cauce de un río con poco caudal.

Tras el grueso del operativo policial desarrollado en los días 8 y 9 del mes de julio, la Policía Nacional continuó con las indagaciones, para desmantelar por completo la estructura criminal investigada.

La organización contaba con una red de transmisiones mediante walkie-talkies.