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Elon Musk rompe su silencio tras perder la votación para seguir al frente de Twitter

Oficinas de Twitter en Nueva York

Oficinas de Twitter en Nueva York / Justin Lane, EFE

Ha tardado dos días en reaccionar, pero al fin lo ha hecho. Elon Musk, actual propietario de Twitter (habrá que ver durante cuánto tiempo), se ha pronunciado por primera vez tras perder la encuesta en la que preguntaba a los usuarios de la plataforma si debía seguir o no al frente de ella.

En su línea, el multimillonario ha dicho, vía Twitter, que dimitirá de su puesto como director ejecutivo cuando encuentre a quien lo sustituya, en concreto cuando dé con alguien “lo suficientemente loco” como para asumir el puesto.

Musk no dio más detalles, salvo que, llegado ese momento, se encargará de dirigir los equipos de software y de gestión de los servidores (aunque si continúa siendo dueño de la empresa, es de suponer que su papel no se limitará a esos departamentos).

El excéntrico creador de Tesla lanzó el domingo en Twitter una encuesta en la que pedía a los usuarios que se pronunciasen sobre su futuro como director ejecutivo, un sondeo en el que participaron más de 17 millones de usuarios y que perdió por un 57,5%.

Varios medios han publicado que Musk busca de forma activa un posible director ejecutivo, e incluso CNBC precisaba que esa búsqueda no comenzó el domingo, sino muchas semanas antes, por lo visto sin mucho éxito.

Se desconoce si la búsqueda se está realizando dentro o fuera de la compañía, que ha quedado muy mermada de efectivos después de que el surafricano descabezara a la dirección anterior, despidiera a cerca de la mitad de los empleados y otros cientos más se marchasen tras un ultimátum de Musk en el que les exigía poco menos que entrega absoluta.

En junio, antes de formalizarse la compra de la red social, el magnate ya había filtrado que dirigiría la compañía durante "unos pocos meses", aunque esa promesa parecía difícil de cumplir teniendo en cuenta, por un lado, el carácter del propio Musk y, por otro, el interés que Twitter provocó en él desde su llegada y su extrema implicación personal en su rumbo.

Quejas en Tesla

Tan es así que inversores y altos ejecutivos de Tesla -la otra gran empresa de Musk y origen de su gran fortuna- hace semanas que le piden de forma más o menos explícita que nombre a un director ejecutivo para Twitter, ya que le quita mucho tiempo para atender sus otros negocios.

Y no se trata solo de tiempo: para enjugar las pérdidas de Twitter, Musk ha vendido dos grandes paquetes de acciones de Tesla entre noviembre y diciembre, por valor de 3.650 millones y 3.900 millones de dólares, respectivamente. Además, ha trasladado a ingenieros de Tesla a Twitter para cubrir las numerosas bajas de personal.

Fuga de anunciantes

Las pérdidas en Twitter se deben sobre todo a la fuga de grandes anunciantes, síntoma de su preocupación por los vaivenes de la empresa por los continuos cambios de parecer de Musk, y son tan graves que el millonario admite que la compañía "va directa a la bancarrota" si nadie lo remedia.

Una gran parte de los anunciantes ha abandonado Twitter porque consideran que la red se ha llenado de perfiles extremistas y de discursos de odio, mientras que Musk, que se proclama un absolutista de la "libertad de expresión", ha ejercido la censura contra varios periodistas críticos con él a quienes canceló sus cuentas, aunque luego las volvió a aceptar tras lanzar otro sondeo tuitero sobre su retorno.

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