Buscadores como Google y redes sociales como Twitter y Facebook estarán obligados en el Reino Unido a retirar la publicidad que promueva fraudes o sea engañosa, según las nuevas medidas que ha incluido el Gobierno británico en el borrador de su futura ley de seguridad digital.

La legislación, que se encuentra en una fase de consultas previa a su tramitación parlamentaria, aspira a impulsar una "amplia reforma sobre la regulación de la publicidad en línea", con el objetivo de "mejorar la transparencia y la capacidad para hacer rendir cuentas" a los anunciantes fraudulentos o dañinos, indicó en un comunicado el Ejecutivo.

Los cambios anunciados introducen una nueva obligación legal para las redes sociales y los buscadores más populares, que tendrán la responsabilidad de evitar mostrar a sus usuarios anuncios considerados "falsos" o engañosos.

El Gobierno subraya en particular aquella publicidad en la que los anunciantes "se hacen pasar por personajes o compañías famosas" para "robar datos personales, promover inversiones financieras dudosas o acceder a cuentas bancarias".

"A medida que la tecnología revoluciona más y más nuestras vidas, la ley debe mantenerse al día", subrayó la ministra de Asuntos Digitales, Cultura, Medios de Comunicación y Deporte, Nadine Dorries.

La ministra destacó que el Gobierno ha iniciado al mismo tiempo una "revisión" sobre todo el cuerpo legal que afecta a la publicidad en internet, a fin de "asegurarse de que las prácticas de la industria son responsables, transparentes y éticas". La gente debe poder "confiar en que lo que ve anunciado y distinguir los hechos de la ficción", recalcó.

El Ejecutivo prevé asimismo endurecer las sanciones contra anunciantes que promuevan "imágenes corporales negativas", así como "actividades ilegales como venta de armas". Los influencers que no declaren que han cobrado por promocionar un producto en las redes sociales "también podrían ser sujetos a multas más duras, avanzó el gobierno.