Sobre las diez y diez de la noche llegará el turno para la sevillana Pastora Soler y Quédate conmigo, la canción representante española en el Baku Crystal Hall, ante 16.000 espectadores en vivo y una audiencia de unos 200 millones de espectadores. Azerbaiyán, una república del Cáucaso floreciente por la explotación del petróleo y el gas natural y que durante años ha sufrido el conflicto bélico con su vecina Armenia (que no ha participado este año), vive el mayor protagonismo de su historia televisiva y esta noche acoge el Festival de Eurovisión, tras haberlo ganado el año pasado. Las delegaciones de 42 países han acudido a la gala de la UER de la que hoy 26 canciones se disputarán el voto de los jurados y el televoto popular de todo el continente. Bakú vive su gran noche que la abrirá el cantante británico Engelbert Humperdinck, el intérprete más longevo de la historia, con 76 años, y una balada que sólo lleva los acordes de una guitarra, Love will set you free. Está entre los favoritos, pero las casas de apuestas señalan un único nombre que tendría hoy que llevarse el galardón de calle: Suecia, con la poderosa Loreen y Euphoria.

Pastora Soler interviene en el 19º lugar, el elegido a dedo por la organización de TVE tras un afortunado sorteo (TVE se clasifica para la final por ser parte del Big Five). En la recta final de las interpretaciones, de ahí la posición para aprovechar, el público parece estar más atento y predispuesto a valorar al alza los temas ubicados en esa franja. Los resultados de los últimos años dicen eso, pero Eurovisión, pese a sus votos marcados y sus repartos entre amigos, es imprevisible. España, un año más, lo tiene difícil por el reparto geoestratégico de influencias, pero aquellos temas que logran llamar la atención superan los pactos. La poderosa balada Quédate conmigo, aunque no es un prodigio de originalidad, debe de estar entre los diez primeros, y a partir de ahí, aspirar a la sorpresa, como pueden hacer Albania o Dinamarca, dos de los países que están por detrás de la sueca y también de las abuelas rusas. Las ancianas, con traje típico, de Buranovskiye Babushki, con el popero Party for everybody, van a congregar el televoto de miles de compatriotas repartidos por el mapa, pero además se han ganado la simpatía de los que se decantan por el voto frikie. Italia, con Nina Zilli, envía tal vez el tema de más calidad de este año.

Quédate conmigo, que lleva un coro de cinco personas, con coreografía de Francis Viñolos (marido de Pastora) no puede contar con los 12 votos seguros de Andorra porque el principado no participa, pero la canción española puede recoger una buena cosecha por el Mediterráneo y Portugal además de otros países que suelen tener atracción hacia nosotros como Rumanía. Precisamente el grupo rumano, Mandinga, será el otro representante que lleve el idioma español a toda Europa. La líder de la formación, con el estilo de estrellas latinas como Shakira o Jennifer Lopez, ha congregado muchos más fans de los previstos a raíz de la primera semifinal. El televoto español se va a decantar hacia los rumanos y, más lo que dicte el jurado oficial español, Zaleilah casi seguro que se llevará los 12 puntos de Madrid. Las casas de apuestas pronostican que Pastora Soler quedará sobre el séptimo puesto, un lugar que sabe a gloria después de muchos años de fiascos. Todo se irá resolviendo, de todas maneras, sobre las once menos cuarto de la noche.

Los comentarios de TVE corren a cargo del veterano José María Íñigo que repite por segundo año en el micrófono, y la puntuación española será pronunciada por Elena S. Sánchez. La conducción del especial previo, que comienza a las ocho, tras la selección, y el análisis posterior, lo asume la matinal Desireé Djambo, en sustitución por motivos presupuestarios de Anne Igartiburu. A las nueve, la hora de cantar.