Pablo Motos. Presentador de 'El hormiguero'

"Sumar nuevos colaboradores no es ninguna estrategia"

  • El presentador estrena esta noche su segunda temporada en Antena 3 "con muchas ganas de hacer cosas nuevas".

En su particular hormiguero vive lejos del trono y presume de ponerse el casco de obrero cada mañana con jornadas leoninas de hasta 14 horas. Pablo Motos puede alardear de ser un rey midas de la televisión actual, pues ha dejado una estela de éxitos desde que salió de la radio valenciana. Pese a ello asegura que la fama le coge un poco mayor como para que se le suba a la cabeza. El presentador, el único de los grandes fichajes que hizo el pasado año Antena 3, regresa esta noche con su programa de entrevistas y le añade más acción con nuevos colaboradores como Santi Millán, Anna Simón y Maxi Iglesias y nuevas secciones que prometen dar guerra.

-Séptima temporada y 400 programas, unas cifras que asustan. ¿Alguna vez pensó que el programa tendría tanto éxito?

-No. Ni mucho menos. Cuando empezamos, con toda la ilusión, mi meta era superar al menos uno o dos programas. Luego te entra el miedo al pensar si te seguirán más o menos gente. Es un sueño que nunca se acaba de completar.

-No me diga que todavía le asustan las audiencias...

-Pues claro. Me levanto todas las mañanas a las 08.01 minutos y sin despertador, como se ve en las películas cuando saltan sobresaltados por una pesadilla, porque sé que a las 08.03 suelen estar los datos de las audiencias del día anterior. Sigo siendo un adicto a las audiencias.

-Su hormiguero se sigue llenando de caras conocidas. Primero fueron Santiago Segura y Mario Vaquerizo y ahora se suman Maxi Iglesias, Santi Millán y Anna Simón. ¿Se siente más arropado así o es que está buscando un programa que siga levantando audiencias para llegar a un público más amplio?

-Es cierto que cada vez somos más. Cuando nos hicimos la foto de equipo en la presentación de la nueva temporada, casi no cabíamos. Éramos como Los Sabandeños. Pero no creas que se debe a ninguna estrategia. Simplemente queremos que la gente vea que tenemos ganas de hacer cosas nuevas. Vamos sumando nuevos amigos con los que, además, tengo la suerte de trabajar.

-¿Cuánto de guión y cuánto de improvisación tienen sus intervenciones?

-Pues te diría que tiene mucho de las dos cosas. La verdad es que, a pesar de tener un guión muy detallado, me lo suelo saltar. Trabajamos con un plan previo que casi nunca sigo a pie de la letra, aunque, eso sí, lo recupero respetando el turno establecido previamente. Aunque hay veces que ni eso (risas) Date cuenta que somos un equipo formado por unas 100 personas y hay que tener organizado cada detalle.

- Sus colaboradores le suelen poner en más de un aprieto. ¿Alguna vez ha sentido que su vida corría peligro al hacer los experimentos científicos?

-Muchas veces. Realmente corremos un peligro objetivo y prueba de ello es que la última temporada estuve casi sin poder caminar dos semanas porque en una de las pruebas me pinzé el nervio ciático y perdí la sensibilidad en una pierna. Además, llevo tres agujeros pequeñitos en mi cuerpo por una explosión de ácido sulfúrico de otra prueba. Cuando me pasa algo así, no me queda otra que pensar en lo bien que ha quedado el programa para no dar vueltas a lo que podría haber ocurrido.

- Se ve que sus invitados disfrutan con este tipo de pruebas, aunque a veces le lleguen las críticas desde fuera, como el caso de Charlize Theron, que dijo en la televisión americana que se había sentido incómoda.

-No tengo esa percepción en absoluto. No un solo segundo pasó nada de lo que se ha dicho. Estuvo a gusto durante todo el programa, incluso en la pausa publicitaria y, cuando acabó el programa le pedí que se quedaran para hacer una grabación y se quedaron encantadas. Es más, aseguró que estaba deseando estrenar otra película para volver a El Hormiguero cuando se presentase en España. Yo creo que todo esto ha salido a raíz de una pregunta en un programa de televisión que le pidió que contara una anécdota graciosa de su gira y quiso contar su paso por España de una forma exagerada.

-Cuando su formato triunfa internacionalmente y le llegan premios por todos lados ¿Es fácil mantener los pies en el suelo?

-No pierdo el rumbo porque debajo de cada programa hay 14 horas de trabajo en un equipo de 100 personas. Nos hemos quedado hasta las dos de la madrugada preparando detalles del programa del día siguiente. Además, piensa que este éxito me ha pillado muy mayor. Estoy curtido. Y encima, no sigo el ritmo de otras personas de la tele que van a fiestas, posan en photocall y demás, porque siempre estoy currando.

-Por último, ¿Cuál cree que ha sido su mayor éxito desde que dejó los micrófonos de Radio Requena hasta ahora?

-No sabría quedarme sólo con uno. Han sido tantos momentos intensos y chulos que me costaría elegir uno, y eso que todos los saltos que he dado en mi trayectoria profesional me han dado pánico y vértigo, pero todos me han salido bien. Mi paso por Radio Nacional, por Onda Cero, por M-80, en la tele... de todos guardo buenos momentos y te diría que en todos he intentado hacerlo lo mejor posible. Me siento un privilegiado. Soy una persona con mucha suerte y me siento feliz de estar donde estoy.

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