Clooney se coloca a cuestas esta sentimental y bien hilada historia de decepciones. Matt King se ve obligado replantearse la vida cuando su mujer sufre un terrible accidente que la deja en coma. Intenta torpemente recomponer la relación con sus problemáticas hijas, la precoz Scottie, de 10 años, y la rebelde Alexandra, de 17, al tiempo que se enfrentaa la difícil decisión de vender las propiedades de la familia.

Dinero llama a dinero y aquí tenían a Robert Zemeckis y al eterno adolescente Michael J. Fox frotándose las manos y haciendo más de lo mismo en un año 2015 de fantasía. Gusta esta mirada futurista vintage de una serie que mejora con la ternura de los años transcurridos. Aquí alcanza el grado de tonterías juveniles mezcladas con una discurrida ciencia ficción. Un viaje al futuro con un año con sentido apocalíptico, que realmente casi lo fue. Algunos avances se acertaron y otros, como los monopatines voladores, aún los estamos esperando. Lo cierto es que Zemeckis y los suyos ni olieron la revolución real del siglo XXI: internet. Aun así, el 2015 de esta noche es bien simpático.

Esta es una historia secreta, llena de pasión y contada por cada uno de sus protagonistas, Ana y Otto, desde que tienen 8 años hasta los 25. Las vidas de ambos se trenzarán en un mismo círculo, que comenzará a gestarse en el mismo borde del Círculo Polar. Julio Medem fue declinando desde Vacas o La ardilla roja. Su narrativa compleja y hermosa, aquí con una historia profundamente romántica, se fue diluyendo en sucesivos obras con los años.

Estridente entrega del superhéroe encarnado por Downey Junior, como el descarado empresario Tony Stark convertido en Iron Man. Ahora se debe enfrenta a un enemigo cuyo poder no conoce límites. Cuando Stark comprende que ese azote ha destruido su universo personal, se embarca en una angustiosa búsqueda para encontrar a los responsables. Este viaje pondrá a prueba su entereza en un episodio más bien deshilachado.