El viaje del capitán Salazar junto a las 80 mujeres que se encaminan a Asunción en El corazón del Océano es una travesía en la que también se redime de sí mismo, de sus errores y de todo el mal que hizo en su pasado.

-¿Qué le llamó más la atención de este proyecto de Globomedia?

-No podría decir nada en concreto. Ha sido un trabajo muy duro que me apetecía hacer. El capitán es un personaje granuja, de su tiempo, que con el tiempo va asumiendo su redención. Es una persona que en principio está fuera del sistema y que aprovecha las telarañas de aquella España para buscar una nueva oportunidad.

-¿Es una historia de época pero con lenguaje de este tiempo?

-No, reconozco que hay detalles que no pueden atenerse a la Historia para hacer una ficción entretenida, trepidante, pero por ejemplo el lenguaje se aproxima al castellano de aquella época, pero entendible para el espectador de hoy.

-Se está especializando en miniseries, tras Karabudján o La princesa de Éboli ¿ha dejado personajes de largo recorrido?

-Es una situación que me puedo permitir ahora gracias a series como Paco y Veva o Los hombres de Paco. Estoy en deuda con Lucas, pero me apetece hacer otro tipo de cosas, que no me obliguen a estar un tiempo muy prolongado en un mismo proyecto. También se estrenará en cine Lo contrario al amor, otra película que quería hacer.

-¿Le apetece seguir haciendo personajes de época?

-Si existe la posibilidad, como esta serie, claro. Es un privilegio elegir en estos tiempos.