Segunda gala de 'MasterChef Celebrity'

Los chorizos de Celia Villalobos y los polvos de Josie

  • La ex dirigente popular sigue apuntando con bala a sus antiguos compañeros pero vive un martes más relajado, donde sobresalieron el asesor de moda y sus irreprimibles efluvios de personalidad, las imitaciones de Carlos Latre y el mosqueo de Ainhoa Arteta

  • Quedó expulsada la más mala con diferencia: Melanie Olivares

Josie, a lo esteticista, vuelve a aconsejar a Pepe Rodríguez

Josie, a lo esteticista, vuelve a aconsejar a Pepe Rodríguez / RTVE

Empezemos por el final. Se ha marchado de MasterChef Celebrity la peor de las que estaban en liza. Melanie Olivares. En la primera prueba se le cayó el chorizo de las lentejas con La Terremoto de Alcorcón y en la eliminatoria, donde debía aprovechar recetas estropeadas, lo terminó de estropear todo con un pollo con curry intraducible.  "He ido a peor. De mierda a bodrio y a mojón", autodefinió su pasó por el talent de La 1.

Al filo de la navaja se quedaron Nicolás Coronado y Gonzalo Miró, que están llamados a estar en la recta final pero quedaron expuestos tras caer eliminados en la prueba de equipo por el exceso de confianza de Josie. El asesor es el personaje de la edición aunque el elenco es vivo y coral, pero el vestidor de la Pedroche no deja indiferente a nadie entre efluvios y arranques de cuello. Va a ser lo Máximo Valverde, como dice. Enfrente tiene a Flosie, el alter ego de Flo, Krispín Klander pasado por el glamour. 

Josie fue tildado de poco implicado con el reto en el Autocine, donde debían abordar un menú típico del drugstore de Grease, y su falta de mugre y greñas (o dejar que a Gonzalo le cegara el humo de la barbacoa) era la prueba de que debió aplicar más voltaje a su actuación, con Jordi pinchando.

Así que al término de sus croquetas eliminatorias decidió empolvarse el pelo y embadurnarse de harina para demostrar que había estado con la manos en la masa.

Josie de haber sido un jefe menos confiado y flowerpower, y más proactivo y pendiente de los desastres de sus compadres (las costillas se les quedaron más secas que el ojo de Benito) no hubiera puesto en riesgo a Ainhoa Arteta que, una vez más, no pudo disimular su fuerte carácter. Se enfadó con Jordi Cruz cuando se vio obligada a repetir la crema del lemon pie. La soprano es pura efervescencia y se mostó más encendida que Celia Villalobos. La ex ministra ha optado por un tono menor tras dar sus pildorazos sobre los embutidos de la primera prueba.

En el desafío eliminatorio Arteta, muy emocionada, se salvó con otras croquetas, homenaje a su madre. Con Josie había formado un tándem efectivo en la antesala de la noche con su salchicha de Carusso. 

La primera prueba iba de embuchar y embutir ("con los chorizos me llevo malamente", respondió Celia) así que las tripas empinadas dieron para más de una retranca, ejem, entre participantes.

  

Porque la gala de este martes ha sido, sin duda, la más divertida de la historia de MasterChef, sin querer hacer exageraciones, y eso fue además por la presencia de Carlos Latre en esa primera prueba, por la que desplegó sus personajes y dejó su sello como jurado. De Boris y Rajoy a Ferrán Adriá, cómo no. Y Flo se picaba por estar también ahí en el golpe, mientras La Terremoto de Alcorcón deslumbra con sus colores y pelucones. Está por debajo de lo previsto pero va a dar juego cada día.

Como concursante provisional Latre confeccionó junto a Perico Delgado unos olvidables chorizos de Cantimpalo con lentejas, pero a la jefa de casting de MasterChef no se le va a olvidar que Latre participe en la edición siguiente.

En la prueba por equipos el personal se desató entre Sandy y Danny.

Y ahí fue donde Juanjo Ballesta se ha relevado como un tipo aún más excelente de lo que sospechamos. Al contrario que Josie bregó con todo el equipo y aunque tuvo que ausentarse por su descarga ya tradicional en el servicio su liderazgo fue ejemplar. Terminó de ganarse a la audiencia cuando rehusó a salvar a dos participantes de la eliminación para dejar que sean los méritos los que hablen ante el jurado.

Aunque en el bando rojo hubo sus piques con los ganadores por la dificultad de las pruebas. Celia alzó ahí la voz. Menos lobos, Villalobos.

Raquel Sánchez Silva está falta de inspiración y Jesús Castro sobrevive como puede, tirando cosas y todo.

Son los que están más en la cuerda floja de cara a la semana siguiente. Raquel Meroño a la que esperamos rimar en breve se terminó de salvar con un plato al que llamó Sin Miedo después de olvidarse la tripa cuando debía hacer con Lucía el embutido. Ya hay que tenerlo grande.  Pero lo solventaron con film transparente.

Frente a los más débiles está claro que en este MasterChef por ahora son inamovibles Josie, Flo, La Terre y la cuadrilla de veteranas, Ainhoa, Lucía Dominguín y Celia que son capaces de animar cualquier noche con un desplante que les salga del mango de la sartén. 

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