TV-Comunicación

La ciencia también mola

  • Los programas de divulgación científica se han puesto de moda en la parrilla: 'ADN Max', el de Javier Sardá, y 'Órbita Laika' son ejemplos de ello

La ciencia es el género de moda en televisión. Primero fueron los realities, luego los debates del corazón, los talents y los programas de cocina. Ahora le ha tocado el turno a la divulgación científica, un mundo que nunca se llevó demasiado bien con el medio audiovisual. La ciencia en España se debate entre estas dos opciones: pocas oportunidades de mostrarse en el escaparate de la televisión o, simplemente, audiencia a la que la ciencia no le interesa lo más mínimo. Es cierto que en nuestra televisión (y en nuestro país) prima otro tipo de entretenimiento, pero de un tiempo a esta parte se puede encontrar algún que otro consuelo que hace que la esperanza no esté perdida del todo.

El reciente estreno de ADN Max, conducido por Javier Sardá y que se emite en Discovery Max, es uno de estos halos de esperanza. Si bien la audiencia del programa no fue masiva (1,5% de cuota de pantalla), la temática científica que se manejó ha sido muy aplaudida por los usuarios en redes sociales. Como aliciente añadido, supone el regreso de Sardá a la pantalla desde el final de Crónicas marcianas, y el objetivo del espacio es acercar la ciencia al público de forma divertida y sorprendente. También aborda gadgets tecnológicos, fenómenos virales de internet y el comportamiento humano y animal. Hacen tests en directo a distintos dispositivos tecnológicos para probar si son ciertas algunas de las propiedades que se le atribuyen y desarrolla experimentos de psicología social y comportamiento humano y animal, entre otras curiosidades.

ADN Max y El hormiguero comparten productora, 7 y acción, y no es casualidad que éste último tenga entre sus secciones más frecuentes una de ciencia, con Marron como cabeza visible. En ésta se pretende mostrar la ciencia de una manera cercana y divertida mediante experimentos que se realizan en directo. Es cierto que desde que El hormiguero empezó a hacer de los experimentos científicos un espectáculo propio para grandes audiencias, los espacios de divulgación del conocimiento han proliferado en la parrilla.

Uno de los más aplaudidos de los últimos tiempos es Órbita Laika de La 2, que presenta Ángel Martín. El programa es un éxito de audiencia y crítica y su particularidad reside en que mezcla la divulgación científica con el humor. Así, y como ejemplo, el programa comienza con un monólogo de Ángel Martín analizando algún tema científico. Además, cada semana acude un invitado famoso al que se hace partícipe de todo. El programa, que en su primera temporada se emitía los domingos, ha pasado ahora a la parrilla de los miércoles, a las 23.30 horas. Precisamente hace unos días recibió una mención de honor en el Certamen de Jóvenes Investigadores 2015 por su destacada labor en el fomento de la cultura científica entre los jóvenes.

En la tarde de los domingos, La 2 estrenó esta temporada Yo mono, otro programa de divulgación que analiza y compara el comportamiento humano y animal y que está presentado por el antropólogo Pablo Herreros. Incluso La Mañana de La 1 ha incorporado esta temporada a sus filas a Julio Mayol, cirujano general y del aparato digestivo, profesor, conferencista e investigador, como experto en temas de ciencia y medicina.

En la TDT cadenas como Energy dedican sus sobremesas de lunes a viernes a la ciencia con Ciencia para torpes, La ciencia más divertida y La ciencia a tus pies, entre otros títulos.

Puede que los tiempos estén cambiando y se consiga una televisión en la que quepan por igual entretenimiento y divulgación científica. Desde luego, con estos ejemplos, nos acercamos a una nueva era en la que el conocimiento científico está al alcance de la mano de todos los espectadores y en la televisión se lucha ya por formar a la sociedad, y no por deformarla.

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