Sergio y Javier Torres. 'Torres en la cocina', en la 1

"En la cocina con pocos recursos se puede hacer de todo"

  • Los gemelos barceloneses, de ascendencia andaluza, cocinan a diario en La 1. Admiran a Karlos Arguiñano, con quien comparten franja en el horario matinal.

"Con ocho años nos sentamos ante nuestros padres y dijimos: "Tenemos una cosa muy seria que deciros: papá, mamá, queremos ser cocineros", y nos dijeron: "Vale, iros a la cama". Ésta es una de las mil anécdotas que hoy con nostalgia recuerda Sergio Torres. Actualmente, el cocinero y su inseparable gemelo Javier regentan el restaurante Dos Cielos de Barcelona, galardonado con una estrella Michelín, en el que han dado de comer a personajes como Mick Jagger, Madonna o Julio Iglesias, y cocinan a diario junto a unos cuantos miles de españoles en su programa de TVE Torres en la cocina, tras pasar por Cocina2. "Desde bien pequeños nos pusimos de acuerdo y cogimos dos caminos diferentes para a día de hoy juntarnos. Javier tiene una experiencia y yo tengo otra; es muy interesante porque juntos sumamos, además es que nos lo pasamos muy bien", prosigue el chef. La filosofía de los Torres es rendir homenaje con su cocina "al producto y al productor". Para ellos el lujo puede ser un buen tomate, "no tiene porqué ser el caviar", apunta Javier, y encuentran entre fogones otro tipo de placer. "Nosotros somos cocineros gracias a nuestra abuela, que era cocinera de Linares. En casa, por muy poco se comía muy bien. Había dos fiestas al día: la comida del mediodía y la noche. Era una mesa llena de comida", cuentan los hermanos.

-Presumen de que con sus trucos se puede perder el miedo a la cocina...

-Javier (J): Con pocos recursos se puede hacer de todo, por eso este programa es muy interesante porque de productos humildes se pueden sacar resultados de una manera fácil.

-¿Les dio vértigo este salto a la tira diaria? (Aquí difieren).

-(J): Sí, a mí dio un 'cague' brutal, pero el equipo lo hace tan bien y tan fácil que estamos como en casa.

-Sergio (S): No nos da miedo cocinar, es algo con lo que nos hemos criado. Lo que hacemos en el restaurante evidentemente es más complejo, pero de ahí se pueden coger muchas cosas, se puede hacer un 'prêt-à-porter' para todo el público.

-Siempre trabajando juntos, y sin perder la sonrisa.

-(S): Sí, nosotros nos levantamos todos los días muy temprano y nos vamos a currar, y además no sólo hacemos un servicio, sino que hacemos dos al día. Hacemos treinta cubiertos y somos treinta y cinco trabajando en el restaurante. Gestionar todo eso bastante más complejo que cocinar.

-¿Y cómo se organizan ahora con el programa?

-(J): Hemos concentrado los días de grabación en dos mañanas.

-(S): Terminamos la grabación y nos vamos al restaurante. Estamos acostumbrados a trabajar mucho, muy duro y muchas horas. Nuestro oficio es así, es lo que hay, y estamos felices de la vida.

-Alardean también de que en su cocina hay mucha disciplina, pero en la tele en cambio no dan esa imagen, parece más distendido todo.

-(S): Es que una cosa es cocinar en casa y otra dirigir un equipo de veintitantos cocineros. Creemos que la gente trabaja mejor en silencio, en el restaurante la hora del servicio es sagrada y tiene que haber un orden. Otra cosa es mi hermano y yo cocinando a nuestro rollo.

-¿Se llevan tan bien como parece o luego hay piques? ¿Ejercen siempre de hermanos?

-(J): Sí, es así

-(S): No, es mentira, ¡nos odiamos!

-(J): A ver, hay un pique pero sano. Ambos somos competitivos, queremos ser siempre mejor que el otro.

-(S): Sé sincero, Javier. Somos de machacarnos bastante el uno al otro con nuestras ideas, pero eso nos motiva y nos hace crecer (ríe). Somos competitivos y muy inconformistas en la cocina.

-¿Cómo se definirían el uno al otro?

-(S): Es muy majo el chaval.

-(J): Él también.

-¿Quién es el mayor?

-(S): Yo, en los gemelos el último que nace es el mayor.

-¿Son gemelos de los que no podéis vivir el uno sin el otro, de los que necesitan verse hasta los fines de semana, en los ratos libres, o con las parejas?

-(S): A nosotros si nos separas, estamos todo el día enganchados por teléfono (risas).

-(J): Nuestras mujeres dicen que somos un poco pesaditos.

-¿Y lo de vestiros igual siempre es así?

-(J): La explicación es que como tenemos la misma talla, cuando él va a comprar, compra por dos.

-(S): Y que tenemos el mismo gusto y a veces coincidimos.

-¿Tienen personalidades muy diferentes?

-(S): Gastronómicamente, sí. Digamos que cada uno ha mamado de una teta.

-¿Cómo llevan lo de que haya tanta cocina en televisión?

-(J): ¿Sabes qué pasa? Que no tenemos tiempo de verlo, no estamos muy al corriente, pero es positivo.

-Todos los cocineros odian algún ingrediente. ¿Cuál es el suyo?

-(S): Yo el cilantro

-(J): Yo el melón.

-¿Qué tienen los Torres que no tenga Arguiñano, que va a la misma hora?

-(S): ¿Qué tenemos nosotros que no tenga otro gran cocinero? No nos comparamos con nadie porque nuestra cocina tiene personalidad propia, y nunca hemos querido parecernos a nadie.

-(J): Y le tenemos mucho respeto a Arguiñano, es un gran comunicador.

-Las señoras les ven como el yerno ideal, ¿son conscientes de esa imagen?

-(J): ¡A mí me encanta, eh! Estamos muy motivados con el cariño de la gente.

-¿Qué otras aficiones tienen en común?

-(S): La bici, le damos bastante porque es una válvula de escape. Nos llevamos una mochila para coger hierbas que encontramos por la ladera de Collserola, en Barcelona.

-¿Dejarían vuestras cocinas por ser jurado de un programa?

-(A la vez): No, no dejaríamos nuestra cocina por nada.

-¿Qué hubieran sido de no haber sido cocineros? (Contestan el uno por el otro)

-(J): Tú bombero, Sergio.

-(S): Y tú... Payaso.

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