Roberto Leal. Presentador de 'Espejo público' en Semana Santa

"Estoy contento de ser el escudero de Susanna Griso"

  • El periodista sevillano toma estos días las riendas del magacín matinal de Antena 3, espacio en el que asegura que se siente arropado por sus compañeros

En Antena 3 se habla andaluz por las mañanas. La cadena de Planeta ha repetido la fórmula del pasado verano y, durante la Semana Santa ha vuelto a confiar el espacio de Susanna Griso a Roberto Leal, un sevillano de Alcalá de Guadaíra que no esconde su acento porque lo entiende como parte de su personalidad. Se siente a gusto siendo "el escudero" de Grisso, aunque no le temblaría la voz si mañana le propusieran hacerse con las riendas de cualquier otro programa. "Ahora sé en primera persona lo temprano que empieza a trabajar mi jefa y cómo se lo curra", sostiene al término del primero de sus Espejos de Semana Santa.

-De nuevo se queda sin vacaciones...

-Pero ya sabes eso de que sarna con gusto no pica. Desde que entré en el programa a mediados de julio he tenido tres días de vacaciones, dos para ir al Carnaval de Cádiz y uno libre que aproveché para terminar una campaña publicitaria. Pero bueno, considero que hay que aprovechar el momento y saber sacrificarse. Ya me darán vacaciones luego. Aunque, viendo el ritmo que llevo, esos días me buscaré más trabajo para no aburrirme (risas).

-¿Cuál es la diferencia entre su programa y el que presenta Susanna Griso?

-La jefa y yo nos parecemos poco (ella es más rubia, bromea), aunque el tono del programa y la estructura sigue siendo la misma porque la fórmula está funcionando bien. Estos días seguiremos contando actualidad con las mismas secciones, aunque con distintas caras.

-Pero el programa sigue contando estos días con casi todo el equipo, ¿no?

-Sí, sí. La única que se ha podido coger vacaciones toda la semana es Susanna, que bien merecido se lo tiene. Alfonso y Egea se han pillado un día para poder enlazarlo con el fin de semana, ya que tenemos programas hasta el jueves.

-Susanna Griso se mide a diario con Ana Rosa y a usted le toca competir con Carmen Alcayde. ¿A quién cree que le hará más caso la audiencia?

-En vacaciones la audiencia no está tan presente como el resto del año, aunque indiscutiblemente siempre se tiene en cuenta y, seguramente, mañana por la mañana lo primero que haré será echarle un vistazo. Pero no es lo mismo que cuando se miden las dos reinas de la mañana. Yo con Maxim Huertas tengo muy buena relación porque trabajé un tiempo con él cuando presentaba el informativo de Telecinco. Entre nosotros sigue existiendo complicidad y, de vez en cuando, hasta me manda mensajes para comentar cosas relativas a la audiencia de cada programa.

-El pasado verano confiaron en usted para presentar Espejo Público y ahora repiten la fórmula. ¿Considera que éste es el primer peldaño de una escalera hacia el éxito?

-Uf, tanto no sé. Sólo te diré que vivo el momento y que estoy aprendiendo muchísimo con estos compañeros que llevan tanto tiempo en la tele. Yo llevo 12 años en televisión, pero el tiempo que estuve en España Directo fue distinto porque siempre hacía periodismo de calle. Cuando veo los vídeos de otros programas me siento ahora mucho más maduro. Ahora estoy viviendo un momento muy dulce que si continúa, bien, y si no, me adaptaré igualmente. Últimamente no dejo de avanzar, pero si la cosa se estanca y he de salir de nuevo a la calle a hacer reportaje o a hacer comentarios de platos de cocina, lo haría encantado. Tengo muy buenos recuerdos de aquella época.

-Empezó en España Directo y, de ahí pasó a 3D y luego a Espejo Público. ¿Con qué se quedaría de cada programa?

-La época de España Directo fue para mí una época de descubrimientos. Di tres veces la vuelta a España, aprendí a cocinar, comí estupendamente y, además, hice una familia con los compañeros del programa. La etapa de 3D fue algo nuevo y, a la vez, un reto. Aunque el espacio no terminó de encajar, aprendí mucho. Gloria Serra fue una buena compañera de la que aprendí a creer en lo que estaba haciendo ante la cámara y a dejar de verme como el niño de TVE que vendía un plato de macarrones. Por último, en Espejo Público he dado un paso al frente. He encontrado una postura nueva en la que me he visto capaz de empezar hablando seriamente de un tema político y cerrando el programa cantando un fandango. Además, me dejan ser yo y hablar con mi acento. No tengo que maquillar mi forma de hablar porque considero que el acento es parte de mí.

-Desde hace un tiempo, las mañanas en televisión están reservadas para las mujeres ¿Habría que recuperar el peso masculino en los magacines, como en su día lo tuvo Jesús Hermida?

-No lo sé. A lo mejor dentro de un tiempo la cosa cambia, pero hasta ahora ellas están funcionando muy bien. En los programas matinales, el público femenino tiene un peso específico, por lo que ellas saben conectar mejor. Los presentadores masculinos hacemos de escuderos y, hoy por hoy, estoy contento de ser Sancho Panza. Si llega el día que tenga que ser Don Quijote, me prepararé a conciencia.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios